El Egoyoísmo, en este país nuestro.
¿Alguna vez te has preguntado si eres egoísta? …
La respuesta es muy rápida y directa .. ¡SÍ!.
Todos somos egoístas por naturaleza. Nos movemos por intereses, nos empuja la motivación personal, los logros (tanto personales como profesionales) y nos persiguen dichosos refranes tales como:
«Por interés te quiero Andrés»
«Nadie da duros a cuatro pesetas»
«En esta vida sacarás, lo que metas nada más» …. (no seáis mal pensados) XD
… y así podríamos seguir con un sin fin de frases similares.
Cuando digo que somos egoístas por naturaleza, me refiero a que el ser humano piensa en todo aquello que le es mas próximo, empezando por uno mismo y siguiendo por sus seres más allegados; familia, amistades próximas y todo el elenco material, capital y sentimental que le envuelve.
Esto es normal, es lógico y hasta podría decir que comprensible. No podemos sentir lo mismo por personas y cosas con las que convivimos a diario, que por otras que ocurren en las antípodas y no nos inciden de forma directa (seamos claros, sinceros, es así).
Es de 1º de ‘egoísmo lógico’, (podríamos discutirlo en la clase avanzada de ser humano, con base empática racional, pero sería otra discusión).
La cuestión es, ¿cuándo sobrepasamos la línea del egoísmo, para convertirnos en Egoyoistas?.
Más allá del Egoísmo proteccionista, el de supervivencia o de interés razonable, aparece el siguiente concepto:
El Egoyoismo
Vivimos una época de creciente egoyoismo entre la población.
El egoyoismo, podríamos definirlo como un movimiento de interés personal y de carácter maquiavélico. Movimiento que busca el fin, el logro, la consecución de un objetivo, justificado en sí mismo, importando entre poco o nada las críticas o los medios que se hayan empleado para su consecución.
Muchas personas, piensan que sus objetivos no tienen costes asociados (en la gran de mayoría de ocasiones, costes personales o emocionales).
Cuando el egoísmo va más allá de una razón esencial, de supervivencia o de protección y provoca daños a terceros, aparece este concepto basado en «el Yo, el yo y únicamente yo».
Así pues, brotan personas que creen que están por encima de ley, condición o sentido común, y actúan en base a lo que consideran óptimo y necesario para «su propio yo».
El ejemplo mas claro, lo estamos viendo en primicia.
Vivimos una de las situaciones más complejas desde posiblemente la 2ª Guerra Mundial. La Pandemia del COVID 19 extendida a nivel planetario y con picos máximos en Europa Occidental.
En estas fechas en las que el sentido común ha de imperar (y mucho), lo que prolifera es la idiotez humana, haciéndonos pensar si el homo sapiens, realmente ‘no sapiens’ tanto como creíamos.
Nos piden de forma amable (aunque reiterada), un confinamiento que nos salve no sólo de MORIR, sino de podernos EXTINGUIR en el ámbito ‘sociocapital’ tal y como lo conocemos hoy den día.
Ese ámbito llamado «rutina» que nos empuja a regañadientes cada mañana hasta el trabajo, que nos hace gastar dinero en bienes materiales y que nos evoca a pensar de manera interna, que una persona exitosa se mide por sus logros personales y profesionales, más allá de por quién es en verdad.
No somos capaces de empatizar y respetar al mismo tiempo, y hay quienes no entienden que salir a la calle no sólo es un riesgo para sí mismo, si no (sobretodo) para otras personas más vulnerables. Pero ¿en qué piensan realmente estos individuos?:
«…¿por qué puede salir ese a pasear al perro y no puedo salir yo a tomar el aire?… ¡pues salgo!»
«… ¡Bah,,, cojo una bolsa de la compra, y si me paran, diré que he ido a comprar el pan…¡yuhuuu!, ya tengo excusa para «satisfacer a mi yo» …»
» …¡Ufff!, tantos días en casa sin hacer nada, imposible (pese a que casi NUNCA hago NADA de actividad física). Voy a ver si compro todo tipo de cosas por internet, y colapso a mensajeros y transportistas con envíos de NULA necesidad, poniendo en riesgo su vida, con tal de satisfacer la mía …»
Hablando con un atleta profesional hace dos días, comentábamos que ahora mismo daba bastante igual las carreras, los circuitos o las pruebas más cercanas, que lo que importaba ahora mismo era la familia, los amigos y el cómo íbamos a recuperarnos de estos ya casi seguros dos meses «de parón» nacional.
Por desgracia, no todos piensan igual, y existen ‘atletas’ preocupados por su estado de forma o por cuando se van a colocar todas esas pruebas en el minucioso calendario 2020 … No somos conscientes de la importancia REAL de las cosas …
Esto no puede ser un punto y seguido, necesitamos que sea un punto y a parte.
Nuestra forma de ser, de funcionar, de entender la vida, ha de cambiar,,, de hecho ya lo está haciendo.
Nos han «privado» de la libertad que teníamos hasta hace escasas 2 semanas y ha sido de la noche a la mañana.
No podemos ver a nuestros seres queridos, echamos en falta cosas que teníamos a nuestra alcance Y QUE NO HACÍAMOS APENAS: Abrazar, besar, escuchar, mirar, tocar ,,,
La era digital nos está salvando «en la distancia» todo lo que nos había quitado «en la presencia».
El egoyoísmo, acrecentado por la era digital. Necesitamos decirle al mundo lo bien que nos va y lo guapos que somos y lo fantásticamente bien que hacemos las cosas, dejando de lado nuestras vulnerabilidades emocionales, las cuáles emergen TODAS ahora en efecto cascada.
El cambio no sólo es necesario, si no que hay que verlo como algo positivo.
La solidaridad, la empatía, la cohesión y la reciprocidad, no pueden ser adjetivos adheridos únicamente a las desgracias humanas, si no que han de empezar a formar parte de una nueva sociedad, dispuesta a recuperarse de esta pesadilla, para hacernos crecer de una forma constructiva y REAL.
Nano López
Activador Emocional
Formador de Habilidades Sociales
y Deportista de Carreras por Montaña