ULTRA SANABRIA 2024
8ª Edición de nuestra prueba favorita. El Ultra Sanabria, en el lago Salvaje zamorano.
8 años ya desde que en 2017 arrancara esta aventura, en la que junto al director (Antonio Del Pozo) y alguno de sus fieles colaboradores, hemos ido mejorando año tras año (no en lo competitivo, pero si en la calidad de la prueba).
En 2 años, podremos celebrar el décimo aniversario en el que esperamos contar con alguna sorpresa e importantes presencias.
Como viene siendo habitual en las últimas ediciones, Inni y yo íbamos a llegar vía terrestre en nuestro coche desde Barcelona. En estos dos últimos años, no hemos podido contar con atletas élite que desde Cataluña nos pudieran acompañar, para fletar una furgoneta que la organización disponía años atrás.
Es cierto que el corredor estrella invitado en esta edición, sería el corredor marroquí Zaid Ait Malek, el cuál vendría por su cuenta.
Llegados a San Martín, (este año con el epicentro logístico desplazado a la campa del parking), íbamos a recoger la siempre espectacular bolsa del corredor, e íbamos a trotar para activarnos un poco de cara a la primera etapa, que comenzaría la mañana siguiente, viernes 4 de Octubre.
Tras un recibimiento siempre agradecido de Javi e Inés en el hostal restaurante EL RECREO y de encontrarnos con amigos y asiduos año tras año (Dani, Juanjo, Matías, Iván, Súper ,,,,,) nos alojaríamos en nuestra habitación 201, y cenaríamos para preparar la primera etapa como tocaba.
He de reconocer, que tras 8 años, mantengo el nerviosismo intacto de comenzar una nueva edición del UltraSanabria, y este año si cabe, con algo de inquietud, ya que en el transcurso de la primera etapa de la pasada edición 2023, sufrí un episodio de ataque de pánico (entonces, no tenía ni idea de qué podría ser), que durante el último tercio de 2023 y toda la primera mitad de 2024, me ha llevado por un camino de inquietud, crecimiento y aprendizaje por igual.
ETAPA 1 – ESCUREDO – SAN CIPRIAN
32, 6 km’s – 1.888 + / 1.875 –
La primera etapa, es considerada como la más salvaje y seguramente «incómoda» de las 3 del UltraSanabria.
Con salida en el pueblo de Escuredo, la «marabunta» tiene que desplazarse en autobús (principalmente) o en coche particular (los pixapins pijeras como yo), a las 8 de la mañana, para firmar y tomar la salida a las 8:30, con unos amables 9º de temperatura. (Algún año, hemos comenzado con -6º) ….
Este año, a falta de nombres, había buenos corredores (regionales).
Miguel Madruga (extremeño), Iván Sanguino (gallego), David Rioja (La Rioja),,,, y Zaid Ait Malek (Marruecos/Cataluña).
La salida, como no podría ser de otra manera, sería atrevida por parte de todos ellos, y desde el minuto 1, las espadas en todo lo alto.
3, 2, 1 … Arranca UltraSanabria 2024.
Con un primer ascenso por zona húmeda (este año ha llovido mucho por la zona y se nota), íbamos a ir a buscar el arroyo Veganabos tras el famoso y vertiginoso descenso por el corta fuegos que lo precede.
Una vez dentro del arroyo, vegetación alta y frondosa que dificulta si cabe algo más el paso por la senda marcada.
Este año hemos vuelto a decidir llevar palos en esta primera etapa por lo que en seguida hacemos uso de ellos, para iniciarnos en el ascenso al primer avituallamiento. El ritmo es cómodo, guardando para la pedrera y sobretodo, para afrontar con garantías la zona alta del Peñón y la Reigada (pista aburridota…).
Nada más pasar el avituallamiento, comienza el tramo cronometrado de ascenso, que concluye en Peña Negra. No vengo con especial «soltura» como para afrontar un ataque al crono, por lo que me lo tomo con calma.
¿Qué decir de la pedrera?. Podemos empezar diciendo que seguramente sea el último año que hagamos este trazado y que «se vienen» nuevos circuitos para facilitar la logística de esta primera etapa, y para ofrecer al corredor algo de novedad en la modalidad ULTRA.
Lo demás, sería repetir lo que otros años hemos visto. Zona técnica de 3-4 km’s de Bloques enormes de granito, los cuáles este año íbamos a encontrar algo húmedos (en zonas algo sombrías), lo que nos iba a ralentizar un poco más en la marcha ascendente, con tal de extremar la seguridad.
Llegar a Peña Negra, es superar el 60% del desnivel del día. Nos quedarán una ascensión al Vizcodillo, otra desde la laguna Malicioso y el tramo «Tobogonero» con «chinchetas traicioneras» en la pista de la zona alta.
Llegar al Vizcodillo, es toparse con los voluntarios que año tras año deciden trasladarse hasta allí, para mantener viva la prueba, para (de forma desinteresada), aportar su granito de arena a una prueba que suma 8 ediciones, y que antoja muchas más … En 1h 32, estamos en el «Fito» que cada año nos evoca recuerdos de ediciones pasadas.
Este año además, iba a ir «equipado» con una GoPro que el equipo de Media ULSA, me había dispuesto para tomar planos de diferentes trazados, grupetas e instantes que sólo el «inside» puede ofrecer …. (menudo cámara de tómbola se fueron a buscar) XD …
El problema, es que la mayor parte del tiempo fui sólo, y tomas de otros corredores, pocas jajajaja…
Tras superar el alto del Vizcodillo (más de 2.100 metros de altura), iniciamos un descenso técnico hacia Malicioso, el cuál nos hace confirmar que la piedra va a estar peligrosa. Los bloques posteriores al alto V., están mojados, bajo de culo ,,, y me avituallo.
El brezo bajo, entre «pisadas de ganado» es algo peligroso, pero si cabe, no tanto como el tramo que te lleva a la laguna. Un descenso con pendientes de 45%, que entre piedra, brezo y barro, se adentra en un lugar sombrío, gélido a la par de precioso…
En esta parte, una fina niebla nos amenaza desde el noreste, pero se topa entre rocas para crear imágenes con el sol «naciente/mañanero», sencillamente espectaculares.
A la vuelta de la laguna y de vuelta ascendente al camino, me topo con Matías, que como cada año, madruga para buscar el mejor puesto para captar instantes únicos.
La zona que sigue a esta espectacular postal, es un tramo muy engañoso.
Zona de falsos llanos, partes técnicas, aunque expuestas (libres de arboledas, debido a la altura en la que estamos), senderos pedregosos y 3,5 km’s de sube y baja, hasta el alto el peñón (avituallamiento).
Algún año que otro, hemos sufrido algún imprevisto físico (el año pasado, fue donde comencé a no encontrarme demasiado bien)…. Hace 5 años, recuerdo que tuve que ponerme en cuclillas por un flato ESPANTOSO. Digamos que aunque no llevemos una distancia y desnivel acumulados muy grandes (14,5 km’s y 1.200+), la tecnicidad, lo lento que se hacen algunas zonas, y la altura, te van consumiendo de forma traicionera.
Este año, hemos guardado un poco de «fuelle» para garantizar contra tiempos y mirar de disfrutar la etapa.
En el alto el Peñón, avituallamos y emprendemos la parte «mas engorrosa» de la etapa. El transitar por la pista hacia los Alamicos del Valle, un trazado que nos llevará hasta el alto el Faeda, después de recorrer sus 10 km’s.
10 km’s muy poco agradecidos, expuestos a la intemperie, pero eso si ,, con unas excelentes vistas del sur de Picos de Europa, Sud Este gallego y la comarca Zamorana de Sanabria y Sierra de la Culebra al fondo.
Me siento bien,,, poco chisposo, pero cómodo. En uno de los «giros sorpresa» (en estos 10 km’s, hay dos giros de izquierdas que suponen 2 ‘chinchetas’ de 60+, los cuáles te rompen un poco la marcha que precede), noto algo de fatiga, incluso aceleración del pulso,,,
«Nooo,, mier**, no puede pasarme de nuevo!!!»,,,
(Tras un año en el que la ansiedad tuvo sus momentos de auténtico protagonismo, y fue causante de verdaderos episodios de angustia, cada vez que denoto alguna pequeña variación sensorial de mi consciente, alteración del pulso o similar, me enfoco inmediata e irremediablemente hacia una idea de nuevo episodio ,,, lo cuál, no me ayuda mucho a la hora de retomar el ritmo, ni confiar demasiado en mi durante los inmediatos y posteriores minutos)…
Tras esa leve sensación, llegamos al avituallamiento que precede al Alto el Faeda con Iván (corredor vasco), el cuál se queda unos segundos más, mientras yo parto rumbo al Faeda dispuesto a poder completar la etapa por debajo de las 4h 30.
En el Faeda, marco crono con 3h 39, lo cuál hace presagiar que difícilmente conseguiré mi propósito… Comienza el vertiginoso descenso hacia la cascada de los Vados (un tramo de 850 negativos en unos 5,6 km’s …. YIHAAAA….
Avanzamos a un corredor que sufre de rampas, nada más iniciar el descenso. Es un tramo muy «mal parido», ya que además de la tecnicidad ofrecida por las losetas y los brezos quemados hace años, su pendiente, sus virajes y la dificultad de ir concentrado a estas alturas de la carrera, para seguir las marcas, ofrecen un desgaste mayúsculo.
Senda que hace ya 7 años, abrimos a golpe de pico y azada junto a Antonio y varios voluntarios que orgullosamente, explicamos cada año a los que se aventuran por primera vez en el lago salvaje …
«Noooo,,, allí no había nada… era todo matojo bajo, brezos en punta, corteza en flor, piedra … fuimos varias mañanas el director, los Mezquita, un forestal y yo, a darle pico y azada al terreno para ir abriendo poco a poco un sendero que nos pudiera visualizar mínimamente un descenso hacia el rio…. si si si,,, lo hicimos nosotros XD XD XD» …
La espectacularidad del territorio, ofrece postales salvajes, las cuales ofrecen vistas a la alta Sanabria (derecha), el lago y también a la Sierra de la Culebra (al fondo). Queda llegar al río, cruzarlo y emprender el sendero romano a San Ciprián.
En el descenso final a éste (el río), tropiezo con la punta de la zapatilla y se me sube el gemelo izquierdo A LA NUCA… Tremendo dolor, el cuál me cuesta revertir… Justo topo con una voluntaria que me avisa:
«Cuidado con la bajada…»
-_- …… ¿ah si? … jejeje
Cruzo y me adentro en la senda que en pocos instantes me mostrará la cascada de los Vados. Remojo la gorra, y afronto el tramo final de pista hasta el pueblo en el que aguarda la meta.
Entro en meta con el objetivo cumplido.
8ª posición, en unas 4 horas 24 minutos y 8 segundos
(Increíble pensar que hace 3 años, hiciéramos esta etapa en 3 horas 56 minutos, tras Manu Merillas, Miguel Heras, los hermanos Calvó o el exciclista profesional David Belda. Llegábamos muy bien en aquel campeonato de España 2021).
ETAPA 2 – SAN MARTIN DE CASTAÑEDA – SAN MARTÍN DE CASTAÑEDA (MARATÓN)
41,40 KM – 1833 + / 1833 –
La etapa reina. La maratón, mi favorita XD (no me escondo, lo he dicho siempre).
La etapa maratón, es una prueba que alberga una complejidad física y quizá mental, que no técnica o peligrosa. Seguramente (bajo mi punto de vista), sea la etapa más bonita de las 3, por el transcurrir de sus senderos, vistas al lago, cascadas y sobretodo, porque si hablamos de TrailRUN, es una etapa donde puedes CORRER el 95% de su trazado … (estando en forma, claro).
Como ya hemos comentado, este año el centro logístico/neurálgico de la prueba, se trasladaba (dentro del municipio de San Martín) a la campa adyacente al monasterio, donde se habían habilitado estos años el parking de caravanas y campers. Mucho más recogido, cercano y próximo para los corredores, familiares, y apto para dar salida amplia al corredor.
Desde dicha campa, comenzaba a las 8:30 la prueba reina del ULSA, en la que quizá tendríamos menos metros de asfalto/carretera, hasta la senda de la playa. No obstante, y junto a la prueba de un día del Gran Premio Diputación, lo cuál hacía pensar que la masificación en el descenso al lago, sería bastante tumultuoso.
Como siempre hacemos, muestro prudencia en el descenso sin atisbos de volverme loco por todo lo que tenemos por delante. Junto a varios corredores, entramos en las «calas/playas» de Fogoso, el Pato y los enanos.
Tras el paso por la arena, pisamos carretera durante unos 300 metros, antes de devolvernos al sendero del Lago. En este, coincido con Clemente, Bellver y Ratón (los cuáles comenzamos un periplo durante unos cuantos km’s, track inside)…
El primer avituallamiento, suele ser un punto de «poco parón», (km 5,5 aproximadamente), por la ‘prontitud’ de su ubicación. Tras él, comenzamos un tramo de pista ya sobradamente conocido, en el que mostramos un paso alegre que no entusiasmado. En su transitar como digo, junto a los corredores citados, vamos sumando metros para llegar al alto de «la laguna carros», donde se empieza un sendero descendente y muy divertido hacia Sotillo de Sanabria, en él, Bellver lanza su ataque (amante de los Downhill)…
A Sotillo, llegamos en el tiempo mas/menos estimado, y cargamos el bidón de Tailwind, para emprender la primera ascensión cronometrada, a la laguna de Sotillo.
En este «avituallamiento» pierdo a los compañeros que con mochila, no detienen su marcha.
Nada más comenzar, ya comienzo a notar que no voy especialmente cómodo, ni con un paso ligero. Este año, he decidido tirar de bastones en estas dos primeras jornadas de ULSA, y me van a ir muy bien, sobretodo en esta 2ª jornada.
La cascada de Sotillo este año, va MUY CARGADA, me detengo incluso para hacer un pequeño vídeo … Es espectacular y agradecido ver tanta agua por la zona, tras un período de sequía que ha azotado a todo el país.
Desde aquí, un tramo realmente duro, se rige por los helechos y arboleda que envuelven a este precioso paraje. Yo, me siento algo vacío (no tengo esa fuerza que me caracteriza en esta prueba) y tengo que bajar la intensidad al notarme un umbral muy exigido, donde las pulsaciones no bajan de 170 ,,, Llego en solitario a la Laguna de Sotiellu, donde el día es gris y la niebla nos alcanza, arrojando incluso una finísima capa de agua (como decimos aquí, agua pixapinera), por lo que la situación no invita a ir muy parado.
Tras el «peñón» clásico en el que hay 2 voluntarios marcando el chip del dorsal, comenzamos en seguida el tramo de descenso a Ribadelago nuevo.
En este descenso, me atrapa un corredor justo en la parte final, con el que llego al pueblo (el avituallamiento clásico, ha desaparecido…). Junto a él, entramos en el asfalto y por arte de magia, el «espíritu Kipchoge» se apodera de mi, y sin previo aviso, lógica o entender alguno, comienzo a recuperar esa zancada amplia que tanto me gusta. Los 2 km’s de asfalto hasta el avituallamiento previo a la senda del cañón del Cárdena, vuelvo a adelantar a este corredor, avituallo, cojo algo de fruta, y con bastón «pimpam», comienzo a tener ese paso que no había tenido en el ascenso a Sotiellu … Rápidamente el sendero comienza a ponerse técnico, y guardo los bastones para «ratonear» si cabe un poco más y acelerar el paso. Doy caza a dos corredores, entre ellos Ratón, que está sufriendo más de la cuenta en estas dos primeras etapas.
«Qué tal Marco, como vas»?
«Uff… algo pasado pero bien bien …»
«Venga ánimo, que luego sólo queda una bajada larga y ya …»
Me marcho decidido a dar el resto hasta meta. Recuperar el tiempo perdido en la primera parte de la etapa, se antoja ya como reto personal …
En seguida me encumbro y veo el refugio del Cárdena, junto al embalse del mismo nombre.
Tras el zigzagueo de su cumbre, encaramos una pista de 1,5 km’s hacia el embalse de Garandones. Allí, nuestro habitual voluntario nos informa de lo que nos precede, nos ofrece algo de agua y marca/pica el dorsal. (Da gusto ver año tras año a los mismos voluntarios, con el entusiasmo del primer dia…)
Comenzamos la aventura del descenso por el plano inclinado. Ligera niebla que nos envuelve pero que deja entrever el Lago de Sanabria. Me encuentro bien, realmente bien, y no guardo nada en la bajada. Realizo el descenso en pocos minutos, y en seguida me encuentro en Ribadelago viejo (hidroeléctrica), para encarar la recta al avituallamiento y enlace con las pruebas de maratón, Gran Trail y carreras de un día.
En el avituallamiento, mucha gente animando y entro en bucle para auto motivarme (me encanta encontrarme participantes de otras distancias. Digamos que te dan «ese alé» para recuperar fuerzas.
En seguida llegamos al inicio del 2º tramo cronometrado (senda de los monjes) y emprendemos raudos, palos en mano el ascenso hacia meta. Tal es el entusiasmo, que realizo el 2º mejor tiempo de la modalidad.
Son 270 metros de desnivel positivo, en pocos km’s. La senda de los monjes, es seguramente uno de los trazados favoritos para muchos corredores (yo incluido), el cuál se realiza en sentido descendente en la 3ª y última etapa.
Nada más llegar al «balcón del lago» nos encontramos con Matías (el loco de Novo, y sus «portuguesadas»), que nos ve pasar raudos hacia la meta de San Martín.
Matías, un habitual en Sanabria que da voz, luz, color y todo lo que se os pase por la cabeza a la prueba. Sin duda, no podríamos ya vivir sin él…. XD XD
Desde aquí a meta, a penas 10 minutos, tiempo suficiente para dar caza a mis «antiguos» compañeros de transitar. Clemente y Bellver, que casi de la mano se dejaban caer a meta y no me esperaban aparecer jejeje….
Entro en meta, con un crono de 4 horas y 54 minutos, en una 8ª posición, sumando un total de 9 horas 18′ 47″, manteniendo la 9ª posición del primer dia.
Las sensaciones, dispares de principio a fin. Con buena sabor de boca final, pero incrédulo de pensar que un dia, en semejante e idéntica etapa, hace unos años, pude completar su trazado en 4 horas y 20 minutos … (reto inasumible a día de hoy, pero fijado para futuras ediciones).
3ª ETAPA … (Modificada por mal tiempo, convertida en un «CROSSTRAIL» cercano al lago y San Martín).
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Por primera en 8 ediciones de UltraSanabria, nos vemos obligados a modificar la etapa original por el Cañón del Tera. Debido a su complejidad (por trazado, tipo de roca y dificultad de evacuación), y dadas las previsiones meteorológicas que nos facilitan, sumado a la cantidad de agua que cae por la tarde y noche en el Parque natural de la Sierra de la culebra, la etapa Sky que para muchos es la más salvaje y bonita, se ve obligada a convertirse en una etapa «de cierre» con un trazado próximo a la localidad de San Martín, de unos 12/13 km’s y a penas 500 metros de desnivel positivo.
Poco a destacar, más aún teniendo en cuenta que somos muchísimos los corredores que tomamos la salida (Gran Trail, Premio Scarpa, Caja Rural, primos, cuñados y otros tantos más senda abajo directos a la playa de Folgoso …)
Desde allí subimos hacia Vigo para transitar por una pista encima de San Martín y descender raudos a meta. A penas 1 hora y 5 minutos (no llega), para completar esta 3ª etapa y dar cierre a un UltraSanabria que nos deja ese pequeño mal sabor de boca de tener que variar el trazado por primera vez en su historia.
Bajo mi humilde opinión, y pese al citado mal sabor de boca, creo que es una decisión ACERTADA por parte de la dirección, dado el riesgo que supone tener a 500 o 600 corredores metidos por el cañón del Tera (sin escapatoria alguna una vez pasas la cueva de San Martín), y donde la cobertura es nula en Peces, complicando si cabe la gestión de una supuesta evacuación masiva. Recordemos que el Ultra de Sanabria, se celebra en el Parque GLACIAR de Sanabria, por lo que ante condiciones adversas, no estamos hablando de temperaturas frescas, si bien no, podemos sufrir un descenso muy severo de las mismas, complicando Y MUCHO la integridad, salud y ve a saber qué más de muchos corredores que abandonasen o tuvieran problemas por caídas, torceduras o similares a lo largo de este recorrido (y os puedo asegurar, que no es nada raro que todo eso pase en dias de lluvia,,, dando fe de ello, con la fotografía en meta del año 2019, en la que nos enfrentamos a lluvia, nieve (en cotas altas) y frío, mucho frío en aquella edición …
Sin más, otro año más en ULSA junto a Inni que completamos y que ya suman 8 AÑOS, para desear que la prueba siga creciendo y creciendo y llegar a otros 8 más junto a família, amigos y nuevos bienvenidos, al Lago Salvaje.
HASTA EL AÑO QUE VIENE!!
Nano López
Activador Emocional
Formador de Habilidades Sociales
y Deportista de Carreras por Montaña