Otro año más, una edición más (y ya van 7) de nuestro prueba fetiche … IBEREÓLICA ULTRASANABRIA BY STAGES
La prueba de TrailRunning por etapas más importante del panorama nacional (con mayor afluencia de participación, más número de voluntarios y mayor satisfacción recibida por sus participantes 🙂 … se daba cita los días 6, 7 y 8 de Octubre en el Lago de Sanabria zamorano, con epicentro en la población de San Martín de Castañeda.
Desde que participamos en aquella primera edición, han pasado unos años y seguimos siendo fieles a la prueba zamorana, organizada al frente por su incombustible director Antonio Del Pozo, junto a la estrecha colaboración de Partners como Caja Rural, Ibereólica renovables, Fyke y Tierra Sabor de Castilla y León.
La Ultra Sanabria tiene como ya sabéis, 3 modalidades por etapas (Ultra, GranTrail y Maratón) y 2 pruebas individuales que se celebran el sábado (junto a 2 de estas modalidades) y domingo (junto al Ultra).
Para participara de la modalidad Ultra, es necesario acreditar un certificado médico que «otorgue» feacientemente tu preparación física y aptitudes a un evento de una exigencia mayúscula, tanto en lo físico, como en lo técnico (ya que no es precísamente una prueba que discurra por pistas anchas de tierra o grava).
Nosotros, como cada año, llegamos el jueves por la tarde, con el tiempo suficiente para recoger nuestra bolsa del corredor (una locura que difícilmente vemos en muchas carreras … Legumbres, vino, embutido, setas, queso, harina, leche, una sudadera y lo más importante ,,, Una pulsera y tu dorsal de participación XD …)
Como viene siendo costumbre, nos alojamos en EL RECREO
Nuestro lugar de descanso, el refugio que Javi y Inés regentan desde hace tantos años y que con tanto cariño, profesionalidad y de dedicación, renuevan y ofrecen a los corredores, colaboradores y otros profesionales, cada año, ofreciendo calidad, excelente trato y ese cariño tan especial que nos procesan a Inni y a mi 🙂
Hay que cenar bien, ya que la primera etapa es el viernes (la mañana siguiente) y bajo mi punto de vista, es la más dura y que menos se adapta a mis características como corredor …
ETAPA 1: ESCUREDO – SAN CIPRIÁN
32,6 KM’S 1888 + 1875 –
Única etapa lineal de las 3 a disputar, la cual discurre entre estas dos pequeñas aldeas, comenzando en Escuredo, para desde allí encarar el temido ascenso por la pedrera al alto del Vizcodillo, y descender a San Ciprián tras un pisteo largo y tedioso en la parte alta de la prueba.
La salida, a las 8:30 da el pistoletazo a la IBEREÓLICA ULTRA SANABRIA BY STAGES
Este año, con unos 15º, ni punto de comparación con otros años donde la temperatura que registrábamos llegó a tocar algún año los – 6º …
El control de firmas, por lo tanto, puede hacerse de forma más plácida y cálida 🙂
En esta edición, Aritz Egea y Jose Angel Fernández «Canales» se jugarían supuestamente la victoria (ante la ausencia de otros clásicos como Manuel Merillas o Miguel Angel Heras).
Junto a los 2 favoritos, varios candidatos a pelear por el tercer cajón del podium: Miguel Madruda (el extremeño), Gabriel Zarrete (el portugués), y dónde iba a intentar sumarme a la causa, para pelar por esos puestos de cabeza.
En el flanco femenino, Ohiana era claramente la candidata a revalidar título y a llevarse todos los maiots ante la ausencia clara de alguna rival de renombre que pudiera hacerle sombra.
3, 2, 1 … ¡ARRANCA ULTRA SANABRIA 2023!…
Como viene siendo costumbre, comparto los primeros km’s junto a Ohiana, y tras el ascenso por la senda semi enfangada, llegamos al cruce de la carretera de truchillas.
Allí, comenzamos una pista ancha donde se produce el primer «estiramiento» del grupo, y donde los 2 favoritos cogen ventaja, llegando en seguida al descenso del valle de las viciellas. Desde allí, llegaremos a los 2 arroyos que cruzaremos de buena mañana: el de Vallbueno primero y el arroyo Veganabos después, por el que pasa algo de agua, no demasiada.
Nada más cruzar este, comenzamos un sinuoso sendero entre «matojo bajo» que nos conduce al ascenso inclinado hasta el km 5 y primer avituallamiento (lugar en el que poco después, comienza también el tramo cronometrado de ascenso). Estamos a punto de entrar en la temida y ansiada Pedrera. 3 km’s de ascenso hasta roca negra, para desde allí, consolidar el ascenso hasta el punto más alto de la prueba y de todo el ULSA, alto del Vizcodillo.
La pedrera: La conocí en un entrenamiento/reconocimiento de etapa hace ya 7 años, junto a Pablo Villa. Aquel día, íbamos a reconocer esta primera etapa, ayudados por director de carrera (Antonio Del Pozo), que nos había facilitado el track, para que diéramos nuestra opinión. La parte final (sin sendear como está hoy día) iba a ser toda una odisea XD XD …
Es majestuosa, imponente nada más comenzarla en su parte baja. El ascenso es exigente, saltando de piedra en piedra y poniendo las manos en ellas y en la tierra que se antoja en su inclinada parte final.
Llegados a roca negra, encontramos «gente» que anima y nos lanzan a la parta final de este ascenso.
Tras el paso por RocaNegra, entramos (junto a la salida alta del sol), en un pasto de brezo, sondeado pero con «trampas» que el ganado en altura tiene para nosotros. Agujeros que no se ven, pequeñas piedras tras los setos … Esta senda es espectacular, avanzando hacia la laguna de truchillas, la cual sinceramente, me encanta.
Junto a mi, vienen dos corredores: Francisco González «Curro» y Manuel Bellver (ambos, corredores autonómicos). El primero de ellos, con el que coincidí en la Transfronteriza, y el que junto a Ratón, dieron juego a la prueba XD.
Nada más coronar el techo de la prueba, El Alto el Vizcodillo (2.124 metros), descendemos unos 20 metros de bloques de roca, para encontrarnos con el avituallamiento. Allí, me detengo a cargar de Tailwind Nutrition mientras estos corredores se lanzan ladera abajo, por un tramo técnico dirección la laguna Maliciosa. Es un tramo de brezo, piedra y sendero de palmo y medio, que va desapareciendo, ciertamente peligroso. En pocos minutos, nos metemos en el «agujero» de la maliciosa (un lugar inhóspito, a la par de precioso. Lugar de glaciar, frío y que nos absorbe verticalmente en un downhill en el que hay que prestar mucha atención para mirar de no rodar hacia abajo …)
En ella, pese a ser un día de calor, encontramos zonas húmedas y resbaladizas. Lo bordeamos para retomar su ascensión al alto del Peñón, punto en el que nos encontramos con Matías Novo (excelente fotógrafo portugués, con el que cada año echamos unas buenas risas).
Tras retomar senda arriba la Maliciosa, y comenzar el ascenso al alto el Peñón, vuelvo a atrapar a los corredores con los que llegué a Vizcodillo. Esta parte, preciosa (por vistas, por sendeo) comienza a atravesárseme, y noto cierta mezcla de fatiga/agobio en carrera .. La respiración no es la deseada, las pulsaciones excesivamente altas, y no me siento cómodo ni en subida (bastoneando), ni en los tramos divertidos que tiene este sendero de bajada … Voy rígido, incómodo ,,, incluso con ganas de vomitar, algo extraño que no me había ocurrido.
Llego al km 17, avituallamiento clave en la carretera de Truchillas, donde existe la posibilidad de abandono (lugar de intercambio en la modalidad relevos), donde se encuentra la asistencia médica y … me lo pienso, sinceramente, pasa por mi cabeza el continuar o no,,,, pero sigo.
Lo que se avecina son 6 km’s de pista en alto, «ladeada», incómoda con sube/bajas constantes, limítrofe entre Zamora y León.
Punto Crítico: Lugar en el que aparece tu límite, y donde la capacidad de soportar la fatiga, ísica, mental y casi espiritual, se pone en liza …
Empiezo a pasarlo mal, verdaderamente mal. Siento que «no estoy allí», como si de Matrix se tratara.
La descripción se me antoja difícil, pero es como si tuviera una sensación de ‘agorafobia’, y me sugestionara yo mismo atacándome incluso a la respiración, al pulso … no noto calor, ni fatiga excesiva, más bien como un desvanecimiento profundo, incluso sensación de un intenso bajón … es tremendo lo que la cabeza puede llegar a generarte:
«Cierto es, que las semanas previas a la prueba, pasamos por una situación de ansiedad y estrés realmente sensible en la familia, y por mi cabeza pasa claramente la idea de que ello puede ser causante de mi estado físico. La psicosomatización físico mental, vivida en primera persona»…
El avituallamiento 3 (km 21,9, el alto la Raigada), sirve para coger algo de aire, comer algo de tortilla e intentar tirar de bromas con los voluntarios, para obviar el agobio que llevo encima. Allí, ya he sido sobrepasado por 3 corredores más, y llego junto a una chica que participa en la modalidad de relevos. Ella baja muy mal me dice, y yo no estoy para fiestas por lo que le invito a ir juntos hasta abajo cuando coronemos en el último punto en alto, el Faeda.
El Alto el Faeda (segundo punto en alto y final del tramo en altura), nos dice que viene el descenso hacia la cascada de los Vados.
Un descenso exigente, muy técnico y que necesita de mucha concentración … Yo, literalmente me dispongo a hacerlo entre «andando y semi trotando donde pueda» … No me da para mas el body, ufff, que horror. No veo la hora de llegar al salto de agua y enlazar con el sendero final (tras pasar los Vados, preciosa cascada).
Son 2-3 km’s de exigente descenso, en el que no recuerdo haber tenido ningún año una excelente sensación de final de etapa…
En los Vados, me tiro literalmente al río y me refresco (más que por calor, para ver si se me va del todo la tontería que llevo encima). La pista final, 1,5 km’s hasta San Ciprián, son insufribles… Los hago a trote, para entrar en el pueblo donde me espera Inni, y enlazar entre sus calles la recta a meta.
4 horas 20 minutos 20 segundos, y 10ª posición, (casi 25′ peor que el mejor tiempo en esta etapa).
ETAPA 2 SAN MARTÍN DE CASTAÑEDA – SAN MARTÍN DE CASTAÑEDA (La vuelta al lago 360º)
41,5 KM 1833 + 1833 –
La segunda etapa del ULSA, es mi etapa fetiche (como digo cada año). A mí, me gusta correr, no escalar o hacer «rappel» por piedras o arestas, y esta etapa tiene lo que más me gusta para ser una etapa perfecta. Senderos, largas ascensiones, descensos no excesivamente técnicos y una parte final en subida.
Con salida desde el epicentro de la prueba (San Martín), en su monasterio del siglo X, nos citamos puntuales para descender por la calle principal del pueblo, hasta la playa de «El Fogoso». La salida por lo tanto, se antoja rápida, veloz y con muestra de intenciones por parte de todos.
Tras el control de material obligatorio, revisión y foto de los primeros maiots de la prueba, tomamos la salida puntuales a las 8:30
El descenso hasta la playa, es veloz, y la declaración de intenciones, expresa y transparente. Ohiana no quiere dejar escapar la oportunidad de medirse contra sí misma y poner en apuros a la cabeza masculina (este año ha venido realmente fuerte). Junto a ella, como suele ser habitual, descendemos a la playa, lugar en el que muchos años, ha arrojado una estampa espectacular con la salida del sol, en un agua rojiza e inflamada por el efecto de éste…
Tras pasar la playa Folgoso, la del Pato y la de los enanos, salimos momentáneamente a carretera (sondeada por conos y custodiada por agente de la GC), para meternos de nuevo en un estrecho sendero 2 metros sobre el nivel del lago, y hábilmente ir esquivando troncos, raíces y alguna piedra hasta llegar al balneario de Bouzas, el cuál nos eleva al Av. 1, que nos hace cruzar el camping de los Robles.
Desde aquí, comenzamos la calzada sanabresa (lugar de transhumancia), y que tras cruzar algunos pastos y senderos, nos enlazará al primer punto en alto (lugar de separación de Ultra con Maratón y GT), y enlazar así con el GR 84, camino que nos conducirá hasta la localidad de Sotillo de Sanabria, (Av.2).
En este transitar, me encuentro prácticamente sólo, tras dejar marchar a Ohiana y a Miguel Madruga (los cuáles imprimen un ritmo frenético desde inicio). Miro de hacer mi carrera, a sabiendas que esta prueba me encanta, y que gusto de disfrutar desde aproximadamente, la mitad de la misma.
El descenso a Sotillo es divertido, quizá de lo más entretenido de todo el ULSA. Un sendero que discurre hasta introducirse en un bosque de helechos, acebos, robles precioso, y que nos va a acompañar en toda la ascensión posterior.
Entro en Sotillo, con un crono de 1h 7′ (Av.2). Cargo de Tailwind y tomo un gel 226.
Comenzamos el ascenso a La Laguna Sotillo por el mítico sendero ‘las cascadas de Sotillo’, cruzando varias veces el rio Truchas.
Es, probablemente el ascenso que más me gusta de todos. Como decía unas líneas más arriba, un bosque cargado de Roble, Helecho, Acebos, verde, húmedo … con el ruido incesante del Río Truchas, o las cascadas que caen junto al camino. Comienza tímido, inocente y juguetón ,, pero tiene algún tramo de poner manos en el suelo/piedra o pasto.
Atrapo a otro corredor que había salido disparado en este inicio de etapa, y junto a él llegamos a los pastos altos. Llegados aquí, me voy sólo hasta llegar a la laguna de Sotillo, lugar en el que atrapo a un corredor de la modalidad relevos, y juntos, descendemos por un técnico sendero, que nos conducirá, previamente al AV. 3 y posteriormente a Ribadelago (lugar en el que el relevo hace efectivo su change con la pareja).
Este descenso, mide intenciones y también kamikazes que más tarde pagan los esfuerzos en el segundo y tendido ascenso por el cañón del cárdena, por lo que nos lo tomamos con cierta calma (he perdido un gel además … :S). Llegados al asfalto, y viendo que voy sólo, adapto un ritmo alegre para llegar al 4to avituallamiento y ver si alguien puede facilitarme algún gel, además de hacer el último cambio de Tailwind en el bidón.
Allí, se encuentra Súper, que efectivamente tiene «auxilios varios» y me facilita un gel. Comienza la fiesta (el ascenso por el cañón del Cárdena).
Pese al aspecto de «berengario el tractorista» que llevo en la foto, las sensaciones son bastante buenas, y el ritmo de ascenso por este cañón, es bastante bueno (alto incluso). Me siento bien, he medido bien los esfuerzos en una jornada en la que EL SOL APRIETA CON TEMPERATURAS DE 29 – 30º … (inusuales para este mes de octubre y lugar en el que estamos).
El ascenso por el Cárdena, que nos vuelve a conducir hasta los 1.614 metros de altura, es exigente (quizá más que el anterior, también por la fatiga acumulada). La parte final, si no se conoce, puede antojarse infinita, pensando en varias ocasiones que ya has hecho cima. El Pico del Fraile y la pesa del embalse de Tera, nos muestra la pista que nos conduce alrededor del peñón de las antenas, para ver a un voluntario habitual, el cuál te facilita agua y toma nota de tu dorsal. Una pista de 2 km’s previo al descenso técnico final, que va a poner de manifiesta las fuerzas que nos quedan.
El descenso del plano inclinado, nos conduce de nuevo a Ribadelago viejo por un sendero ciertamente técnico, de pierda suelta, losera y algún que otro reguero … Cuando pasamos bajo las antenas, doy cuenta de que estoy a punto de pisar «suelo edificado» (central hidro), y que estoy a punto de llegar al último avituallamiento (además de juntarme con las pruebas de maratón, gran trail, y premio diputación o caja rural (ya ni sé jeje),,), por lo que el gentío se va a multiplicar, y eso me gusta. Llegamos al avituallamiento en 4h 5′ (el calor está haciendo mella de forma invisible, pese a que las sensaciones son buenas). Hacemos la última carga de Tailwind, y encaramos el tramo final, previa la ascensión de la senda de los monjes.
La ascensión a los monjes (300+), puede ser una tortura o una gozada mientras van avanzando corredores de las otras modalidades … Ánimos mútuos, conocedor que estamos a punto de llegar al final de la segunda etapa, nos lanza hasta el balcón del lago, con unas vistas espectaculares del mismo.
Este paso, nos conduce en un leve descenso y ascenso posterior al final de esta senda, para sacarnos al refugio San Bernardo y decirnos, que estamos a punto de entrar al pueblo de San Martín.
Una ascensión por sus angostas calles de arriba, escaleras nos va a llevar en poco más de 1 km a meta, y justo aquí, doy caza a otro corredor. Es el portugués Gabriel Zarrete, que acababa 3º el día anterior en la etapa de San Ciprián.
Tras avanzarlo, veo que se me aferra esprintando, para no perder la posición pero, tirando de orgullo/ego personal, no cedo en mi voluntad de superar esta posición y le devuelvo «la dinamita» hasta los últimos 300 metros finales, bajando las escaleras del monasterio como una exhalación y volteando el mismo para encarar la recta a meta y situarme en 5ª posición.
5ª posición, con un crono de 4 HORAS 38′ 46″
(Pese a las excelentes sensaciones, el sol ha hecho indirectamente de las suyas, y esto se refleja en el crono final, sensiblemente superior (casi 15′) que la mejor marca en esta etapa, en 2020. Pese a esto, la 5ª posición, me hace subir 3 posiciones en la general, (7º) con un crono total de 8h 59′.
ETAPA 3 SAN MARTÍN DE CASTAÑEDA – SAN MARTÍN DE CASTAÑEDA (La subida a Presa Rota)
32 KM. 1.160 + 1.160 –
La SkyRace del Ulsa, etapa reina para muchos (y no seré yo quien les lleve la contraria, pese a mi predilección por la etapa maratón).
Seguramente la etapa más salvaje, espectacular por el Glaciar en la que discurre, la mítica ascensión a la presa Rota por el cañón del Tera, y el difícil descenso por el cañón del Cárdena. Todo ello, en un desenlace de etapa, que dictaminará posiciones finales. Arrancamos 7º de la general, con intención de escalar el máximo posible, 2 puestos a poder ser, al finalizar el día.
Prestos, a las 8 en punto (30′ antes que las 2 jornadas previas), nos presentamos en la plaza del Monasterio, con frontal en liza, para lanzarnos a a esta espectacular 3ª y última etapa.
Control de firmas y un emotivo toca de flauta y tambor, de un músico local, el cuál nos pone a todos con la piel de gallina.
La salida, junta a nuestra modalidad (ULTRA) con corredores del GranTrail y del Gran Premio Diputación. Casi medio millar de corredores que se van a lanzar por la senda de los monjes abajo, a oscuras y con cierta humedad en las piedras … ¡Ojito!
Es por esto, que hay que salir raudo y con «la lengua fuera» calle arriba de San Martín, para coger posición y no entorpecerse entre excitados corredores o deslumbrado por otros frontales.
El descenso hasta Ribadelago viejo es raudo, y siendo de los 4 más rápidos, y llegados al puente, nos tomamos un respiro mientras veo como Ohiana no va a relajarse hoy tampoco y se lanza a la cabeza de carrera (que locura!!!).
Tras pasar el Av.1 y coger algo de agua (algo hemos bebido), nos encaramos a la ascensión por el cañón del Tera. Tras cruzar algunos restos de bloque de granito, y roca (seguramente, restos de la catástrofe de la presa rota en 1959), comenzamos un bonito y húmedo sendero, que enseguida nos va a meter en el Glaciar de este cañón.
Acompañado de un grupo de 3 corredores (entremezclado de modalidades), encaramos esta preciosa ascensión y con buenas sensaciones, humor y comentarios entre nosotros, llegamos al «desvío» de la Cueva de San Martín (por el que un rato más tarde, iba a discurrir la prueba maratón ( la cuál que disputaba Inni para su lucha por el pódium) y la modalidad Caja Rural.
Una vez pasado este ecuador, decido imprimir un mayor ritmo y me voy sólo dispuesto a llegar lo antes posible a Presa rota, y encarar la ascensión final desde el Refugio de Pescadores a los pies de la Laguna Lacillo y junto al Pico Moncalvo (2.044 metros).
En cosa de 1hora 12 minutos, me presento allí, ante la siempre asombrosa y espeluznante estampa del boquete de Presa rota.
No dejándonos indiferente (y mira que pasamos cada año), asumo lo que viene a continuación. Una pista de unos 2,5 km’s, sinuosamente ascendente hasta el punto donde los voluntarios nos indican dirección al río Tera (el cuál cruzamos varias veces) para meternos de lleno en la loma de matojo bajo, brezo y ascendente a La Laguna de la Ventosa.
El ritmo es bueno, me siento realmente cómodo y junto al corredor con el que estos días coincido (él corre por relevos la primera parte de cada etapa), nos dirigimos a la parte conocida como «Revientaburros» (por qué será…. ), por la que siendo zona alta, siempre se me viene al recuerdo, aquella mañana de 2019, que con agua nieve, tras una ascensión de locos, afrontábamos en esta parte del glaciar entre cierta diversión, angustia y sensatez perdida, mientras descendíamos a la laguna y parking de peces.
Hoy, radicalmente diferente, con una temperatura que vuelve a rondar los 25 – 27º, bajamos raudos al Parking, para afrontar el descenso por el cañón del Forcadura, y mirar de arañar minutos a mis predecesores, los cuales a estas alturas, llevo tras de mi.
La cara, obviamente, no es la del primer día …
En el parking, se aglutina bastante gente dando apoyo, asistiendo y/o animando a los corredores, y eso siempre anima.
El inicio del tramo de descenso es a través de un paseo junto a la Laguna de Peces (preciosa) que nos va a conducir al cañón del Forcadura, (ciertamente técnico en muchas partes pero con menos agua que otras veces).
Me siento bien, y decido lanzarme como un loco cañón abajo.
En seguida, nos presentamos en el pequeño refugio del cañón, nos queda atravesar una pequeña zona de agujero, pasto y barro frecuentado por el ganado que suele estar rondando la zona. Justo allí, justo cuando lo pienso, y aterrizo de costado sobre un lodazal …. (mejor así, que no sobre el canto una piedra). Me recompongo y retomo el buen ritmo que traía, aunque con algo más de cautela en zonas de algo de barro.
Sin darme cuenta estoy en el puente de piedra que me hace cruzar el cañón/salto de agua, para encarar el sendero final a la entrada alta de Vigo de Sanabria.
Nada más pisar suelo urbano, me doblo el tobillo con una manzana,,, ¡increíble lo mio!,,,,
Sin determe a penas, llego al último av. 4 de Vigo, y sin detenerme saludo a los voluntarios (conocidos) y tomo la vía amplia que me va a conducir a la entrada de San Martín.
Esta pista (utilizada por los que bajan el primer día al km vertical nocturno), se puede antojar algo duro, en él, coincido con un compañero del GranTrail, y juntos llegamos a la carretera y el parking de caravanas.
Sólo queda encarar la subida al Monasterio para llegar a meta, de nuevo en 5ª posición.
5ª POSICIÓN CON UN GRAN CRONO de 3HORAS 23 MINUTOS (el 2ª mejor crono de mis participaciones).
Y CON ESTA 5ª POSICIÓN, CONSIGO ESCALAR 2 PUESTOS MÁS, CONSIGUIENDO EL OBJETIVO DE SITUARME ENTRE EL TOP 5 DE LA CLASIFICACIÓN GENERAL FINAL 🙂 🙂 🙂 …
Una edición más, de nuevo con la gente que quiero, de nuevo rodeado de amigos viejos y amigos nuevos, disfrutando de la tierra de mis padres, abuelos, familia y haciendo lo que más me gusta. Disfrutar de un entorno idílico como es Sanabria, es para mi el mayor de los triunfos.
Nano López
Activador Emocional
Formador de Habilidades Sociales
y Deportista de Carreras por Montaña