TRAIL ROCACORBA 2021

Segunda prueba de la temporada, y segunda carrera de la marca Klassmark. La marca «gironina» nunca falla, y Rocacorba, que normalmente se celebra a finales de Enero, entre lluvia y/o barro, este año se celebraría en plena Semana Santa, con un tiempo más propio del mes de Mayo o Junio.

En esta ocasión, llegaríamos con toda la família (Inni, Meru y Moussie) al pequeño pueblo de Canet d’Adri. Veníamos de unos días de vacaciones por la Vall de Boí y el Pirineo catalán próximo a esta localidad. Llegamos el día anterior a media tarde, justo para ver la prueba express, la cuál batiría récord de la misma y récord de temperatura (25º marcaba el termómetro). Una vez más, 3 HURRA’s por los meteorólogos del país, que fallan mas que una escopeta de feria … Daban lluvias todo el fin de semana.

Nos preparábamos junto los amigos y ya habituales Blacky y Hippie (que correrían en la modalidad de parejas) y Manu, que igual que yo, correríamos la maratón en modo individual.

La distancia, como viene siendo habitual los últimos años, iba a ser la Maratón (no llegando a los habituales 42 de esta distancia, si no a unos 38 propios de la prueba de Klassmark, con unos nada despreciables 4.600 metros Ac.).

Sin saber por qué, salíamos en la 2ª tongada de salida. Con los protocolos Covid, has de marcar en el proceso de inscripción el tiempo estimado que tienes para finalizar. Yo puse el mismo que el año pasado, 4 horas 30 ,,, por lo que los 50 «iluminados» de la 1ª tongada, imagino que pusieron en el nombre de inscripción, «Flash»! …
No obstante y a la postre, sería un acierto salir más tarde. Primero, porque así digeríamos mejor el desayuno. Segundo, porque tendría la oportunidad de avanzar a algún que otro corredor, y eso siempre motiva y anima. Y 3º, porque el factor sorpresa, siempre mola … 🙂

Hacer el tonto, como signo de identidad, siempre, SIEMPRE… será nuestra carta de presentación XD XD …

La salida, de esta 2ª tongada, estaría caracterizada por tirar de la misma, junto a Blacky y Hippie. En seguida nos adentramos en el bosque, para emprender el ascenso al mítico Rocacorba.
Me encanta, me chifla, me hace vibrar esta prueba. Quizá, porque es de las primeras que hice cuando me adentré en este mundillo del Trail, hace ya más de 6 años, 7 prácticamente. Pero es que además, esta prueba, que suele ser la primera del calendario otros años, es la que te hace reencontrarte después de fiestas con mucha gente. Lamentablemente, las cosas están como están con la Pandemia, y mucha gente no acude a estas pruebas, muchos otros ya se han ido retirando ,,, y el ambiente, pues no es el mismo.

En lo que respecta a la prueba, en seguida decidí marcar un ritmo que me pareciera cómodo, ya que la parte final del circuito es bastante duro. En la cinglera de Rocacorba, se me suman 2 corredores. Uno es Xavi Llamas, mítico y clásico de las pruebas de Klassmark y antiguo corredor del Team SportHG. Con él, hacemos cima, cuando al crono le faltaban segundos por marcar la hora de carrera. ¡Buen inicio!.
Con Inni, habíamos quedado de vernos allí, pero no está, por lo que seguramente no haya podido pasar desde la pista que precede a este «Santuario». Le veríamos en el siguiente avituallamiento, 9 km’s más tarde.

 

Ya en esta primera ascensión, damos caza a unos 8 o 10 corredores de la 1ª tongada de salida.
El descenso a Dorotea, es divertidísimo, pero has de medirte, si no quieres pagar las consecuencias. No obstante, en el mismo, volvemos a pasar a 2 o 3 corredores, por lo que vamos en el ritmo deseado.
Una vez llegas a Biert, el pisteo se hace «aburridísimo». Recuerdo algún año que corrimos el Trail (30k), en el que desde Rocacorba, bajamos por un precioso sendero interior, que sinuosamente se presentaba súper vertical, entre las hojas rojizas del otoño reciente, y trozos de árboles caídos …
En comparación, esta pista es como un parking de supermercado a las afueras de un polígono …

A mitad de pista, me topo con un amigo «Pep molas», al cuál le doy los manguitos, que me llevaban sobrando un buen rato. Me anima verle y recibir su apoyo, buen tipo.
Comenzamos la 2ª ascensión de la mañana, la cuál nos conducirá al Pla d’en Martí, en el que esta vez sí, nos encontraremos estando a punto de coronar, con Inni (mi pareja), lo cuál me genera una especial ilusión.
Las sensaciones digamos que son «relativamente» buenas, y digo relativamente, porque en estos primeros 17 km’s sufro ligeros mareos y sensaciones abdominales, algo «vomitorias» … Pero no van a más y lo vamos gestionando bien.

Km 17,5, Pla d’en Martí. Tailwind, tortilla y refrigerio con naranja (buenísima, por cierto).

Foto by Inni 😉

El tramo que viene a continuación es de mis favoritos. Directos al Golany, un descenso poco pronunciado, hasta llegar a la parte volcánica de esta Vall del Llémena. Seguimos dando caza a otros corredores, que habían salido 15 minutos antes. Las sensaciones aquí, son muy buenas, pero el cansancio en «la media maratón» completada, ya es patente. Llegamos al km 24,5, Mas Gelats, avituallmiento esencial, ya que viene una gran ascensión, previa a la parte CLAVE de la prueba. La Riera de Rocacorba.
Seguimos dando caza a pequeños grupos del Trail (tramos en los que ya coincidimos con la distancia de 30 km’s). Un tramo precioso, lleno de hojarasca y ramas bajas … justo el que sucede al que comentaba antes de bajada de Rocacorba, en la distancia 30K.
Allí, es donde uno sabe si está en tiempo establecido o si puede pagar imprudencias previas. Afrontamos la 2ª gran ascensión de la mañana: Collet.

Esta subida, es realmente «tiesa» y conocerla, ayuda y mucho a su transitar .. La hacemos a un buen ritmo, a mi parecer, mucho mejor que otros años (pero es una cuestión de sensaciones, como siempre digo, esto se verá en el crono final).

Desde lo alto de Collet, el descenso es muy divertido, el que más me gusta de la carrera. Transitamos por una «riera» de «corriol estrecho», el cuál has de volver a medir tú ímpetu (pero ya menos XD) ya que el tramo final, como digo, se antoja complicado. Llegamos al km 33 diría que en un tiempo récord.

Los últimos 5 km’s, pueden ser reconfortantes, o hundirte en la misera más absoluta …
Recuerdo un año, que la pájara aquí fue terrible. Fue medio andando, medio corriendo hasta meta, para casi desfallecer en ella …

Son unos 200 metros positivos, a través de un sendero INCLINADO que parece no terminar nunca. Se trata del alto Velers, el cuál parece mostrarse a los pocos minutos de circular por sus bosques, pero no hace más que «jugar contigo» insinuando una cima que no aparece nunca. Rocas ladeadas, pequeñas raíces y preciosos helechos, te acompañan en tu sufrimiento hasta este último punto en alto.
Una vez coronas, el descenso es un pequeño «corriol» estrecho y serpenteante que te saca a falta de 2 km’s de meta, a una pista ancha, en la que nos topamos con Gerard Freixes y su hija, los cuáles me trasladan mis felicitaciones y los ánimos para llegar a meta:

«Vamos Nanet, vas Octavo!!!!» … Habíamos adelantado a 41 corredores!!! (y junto a Xavi Llamas, que salía en mi cajón y justo iba por delante a minuto y medio).

Entrando a los pies del pabellón, me topo de nuevo con Inni, la cuál me anima hasta meta, para entrar con un crono final de 4 horas 28 minutos (4 minutos menos que el año anterior).

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