¿Alguna vez os habéis planteado la diferencia entre Solidaridad y Caridad?, porque las diferencias son bastante notables.
La Solidaridad se ejerce de forma horizontal, de igual a igual.
La Caridad se efectúa de forma vertical, posicionando una jerarquía social.
Dicho esto, analicemos una y otra posición en nuestro día a día, para poder entenderlo mejor.
La Caridad, se practica de arriba a abajo, y por lo tanto «humilla» a quien la recibe, ya que lo clasifica en una posición de ‘acogida’.
¿Por qué realizamos ese acto de caridad?
a) Por ayudar a la persona que recibe mi acción, ya que es alguien «vulnerable, necesitado». Mi ayuda, le servirá para salir adelante, y seguramente me lo agradecerá con un buen gesto o bonitas palabras.
b) Por mi. El acto caritativo, refuerza mi autoestima, la convicción de mi personalidad y da ejemplo a otros.
…..
Os aseguro que este mini cuestionario, tiene una sóla respuesta correcta, y no es la a) ….
La Solidaridad, como hemos dicho, practica la empatía, te pone de igual a igual, y hace que muestres tu predisposición a ayudar, escuchar o a mejorar una situación.
Existen diferentes momentos en la vida, para mostrar la solidaridad. Seguramente, en muchas ocasiones, hacemos alusión a «la falta de tiempo» o incluso de «recursos» para poder ser solidari@, pero la razón real es la falta de voluntad y predisposición.
Vivimos en una sociedad y entorno muy egoísta (cada vez más), en el que la progresión profesional, los egos personales y emocionales, así como la autorealización (de diferentes modos y maneras) son los objetivos principales de muchas personas, para vivir su día a día.
La solidaridad, suele ser un concepto muy ligado a las catástrofes sociales, familiares, ambientales e incluso terroristas o de otras índoles.
Hemos visto en un sin fin de ocasiones, como muchas personas que no habían mostrado interés alguno en saber, conocer o predisponerse a entender si quiera situaciones vividas en territorios lejanos, como el de oriente medio, la mitad de los estados Africanos, u otros lugares de conflicto diverso, quieren mostrar la mejor de sus solidaridades, ante un atentado en un país vecino …
La hipocresía no tiene límites, e incluso en muchas ocasiones, «devora» a la sensatez y lógica personal, pera enmascararnos y hacernos ver que estamos siendo «solidarios» y empáticos con quien vive en un país occidental, sin importarnos lo que ocurre en otros lugares más lejanos.
En un atentado como el que vivimos en Barcelona en el mes de Agosto de hace 2 años, vimos como los barceloneses mostraban una condición de respeto, empatía y colaboración ciudadana, seguramente fundamentada por el miedo y el pánico de haber sufrido algo así. Algo, que habíamos visto de forma tan lejana en otras ocasiones.
La pregunta es:
¿Esa solidaridad, no podría convivir con nosotros de forma perenne?
La solidaridad está en llamar a esa persona que vive sóla y que está pasando un mal momento.
La solidaridad está en escuchar a aquel amig@ que tiene un problema, y que necesita ser escuchad@.
La solidaridad está en ceder parte de tu tiempo, para dedicarlo a alguien desconocido, y que no necesita de ser comunicado a los 4 vientos.
La solidaridad, seguramente sea un acto reflejo, en el que un amig@ te dice «estoy mal», y son segundos los que transcurren hasta que le vas a ver o le llamas.
La solidaridad, está en pensar mas allá de uno mismo, y seguramente no es una cuestión de tiempo, si no mas bien, de voluntad.
Existen países, en los que por razones medio ambientales, de catástrofe natural o pandémicas, han de verse obligados a pasar un tiempo incomunicados, sin poder salir a buscar comida y seguramente sin poder recibir fácilmente ayuda externa.
Uno de esos países más sorprendentes y de ejemplo comunitario, es el país de la eterna sonrisa, El Nepal.
El Nepal sufrió en intenso terremoto hace ahora exactamente 5 años, dejando 9.000 víctimas mortales y más de 20.000 heridos.
Además de ser uno de los países mas pobres de Asia, Nepal es conocido por muchos alpinistas y amantes de la montaña, como un país de una enorme belleza natural.
Entre estas montañas, hay aldeas que sufrieron más que nadie este impacto devastador, donde se perdió todo. Casas, cultivos, recuerdos ,,, y família. Entre esas montañas, se encontraba una muy buena amiga, que gravó para siempre en su retina, momentos e imágenes imborrables.
¿y cuál fue la reacción de sus aldeanos días después?.
Días después de todo lo acontecido, había niños que jugaban con piedras, aldeanos que ayudaban a reconstruir sus aldeas y casas de otros vecinos, se compartían canciones y rituales nepalís, entre bailes y deseos de una pronta recuperación.
Ninguna persona echaba en falta su coche, su ropa, su video consola, ni sus pertenencias, porque se tenían unos a otros y creían en la solidaridad común, la de verdad ….
Podemos hacer un ejercicio de «imaginar» cerrando los ojos, el cómo viviríamos una situación de catástrofe, aislamiento o pandemia en nuestro país… La respuesta seguramente sería algo así como:
«Sálvese quien pueda y maricón el último» …. y así nos va.
Nano López
Activador Emocional
Formador de Habilidades Sociales
y Deportista de Carreras por Montaña
Hola.
Muchísimas gracias por tu estupenda aclaración entre caridad y solidaridad pues lo cierto es que ya estaba haciéndome un lío con algunas acciones que he hecho desde hace mucho tiempo, en ocasiones se me ha agradecido y en alguna ocasión mi ayuda ha servido para “abrirme los ojos” y ver lo negativas que son algunas personas.
Tengo una frase (creo que mía propia o al menos no la había escuchado antes):
Mi manera de ser y mi comportamiento en la sociedad puede cambiármela una persona sabia y una persona positiva, una persona maliciosa, nunca.
Muchas gracias.
Jose Maria
Hola José María.
A veces hay quien lo confunde (muy frecuentemente). Las acciones han de surgir desde el deseo que «querer» hacerlo, más que por el cumplimiento o deber moral de «hacer»,,, si no, siempre estaremos esperando la reciprocidad de recibir algo a cambio, y cuando eso no se produce, nos frustramos.
Cuando haces las cosas por ser «así» (como eres), nunca esperarás nada, y la felicidad en uno mismo, será más fácilmente encontrada.
Salut!
😉
Gracias por tus palabras José María.
Un artículo interesante en NanoLopez.es que explora la diferencia entre solidaridad y caridad. Mientras que la caridad implica dar a quienes lo necesitan, la solidaridad va más allá y busca abordar las causas subyacentes de los problemas. Es importante comprender estas diferencias y buscar formas efectivas de generar un impacto positivo en la sociedad. ¡Una lectura valiosa para reflexionar sobre cómo podemos contribuir al bienestar de los demás! Recaude dinero iniciando crowdfunding personal y recaudación de fondos de caridad de forma gratuita en WhyDonate.
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Gracias.
La caridad y la solidaridad se practican desde el anonimato, el placer, la satisfacción y la paz de espuritu es la recompensa. A no ser que sea una organización, nación y otra institución. Para mí son definiciones muy similares.
Gracias por tu comentario José Antonio 🙂
Totalmente de acuerdo. Sucede que, en la actualidad, ciertos términos están proscritos. Hace muchos años, cuando lo necesité obtuve caridad. Y la recibí alabando a Dios. Ahora, cuando en nombre del mismo Dios que me socorrió, pretendo practicarla, se me juzga mal. Que yo ayude al que lo necesita, no me sitúa a mayor altura que él; me acerca al hombre que va
conmigo.