¡ Año nuevo, Klassmark en juego !

Como cada año, la firma «Gironina» organizadora de eventos deportivos Klassmark, propone un circuito de lo más entretenido para no sólo conocer diferentes puntos de la geografía catalana, si no para poder disfrutar con exigentes circuitos, despreocupándote de temas organizativos como marcajes, pre y post carreras, incidencias, etc. En definitiva, una prueba de Klassmark, es garantía de éxito y confianza.

 

El objetivo principal para este 2019, es la Ultramaratón Transvulcania en la isla de La Palma el próximo mes de Mayo.
Para ello, decidí que no habría mejor forma de preparar esta prueba, que con el abanico que Klassmark ofrece desde prácticamente principios de año.
De esta forma, configuré un calendario para este primer cuatrimestre, que englobaba un Poker de pruebas mezclando dos Trails y 2 Maratones por montaña.

T R A I L R O C A C O R B A

El Trail Rocacorba es una prueba mítica en mi corta experiencia de Trail, experiencia que justo comenzó hace ahora 5 años.
Canet d’Adri, en la Vall de Llémena (Girona), acoge esta fantástica prueba que aúna varias distancias: Express, Trail y Maratón, ofreciendo la posibilidad de realizar esta última, en la modalidad de parejas mixtas o de mismo sexo.

En un primer momento, había elegido la distancia Maratón (como el año pasado), pero viniendo de 1 semana y media con el típico resfriado postNavideño, decidí correr la Trail de 30 Km’s y 1.700 metros de desnivel positivo.

La mañana se presentaba algo «revuelta», y con una tormenta de madrugada, amanecíamos con un cielo gris, y con amenaza de lluvia, la cuál hizo acto de presencia minutos antes de dar la salida, cosa que hizo que todos nos enfundásemos el chubasquero, pensando en el trazado embarrado, volcánico-rojizo que se nos antojaba ante nosotros (algunos excesivamente Teletubbizados quizá, o preparados para la Tomatina … pero bueno, sobre gustos)…

La salida, como era de esperar, rápida, a ritmo, con el machete de los «gallitos» bien afilado. En seguida empezamos a subir por un trazado precioso de corriols que se entrelazan para encaramar la parte mas alta del recorrido, la cima Rocacorba (923m).
Desde prácticamente el inicio, formé un tándem involuntario y sin previo aviso, con la corredora de Inverse Mireia Pons,

Nada mas «encumbrada» esta fantástica cima, iniciamos el descenso vertiginoso y zigzagueante hacia el Pla d’en Marti.
Divertido, semitécnico y fascinante ‘corriol’ por terreno volcánico, que a la par te ofrecía fantásticas posibilidades de torcerte el tobillo, lo cuál me pareció una idea fantástica para no dejar pasar … ¡Qué daño! ,, (La culpa de Mireia, que bajaba como un cohete jaja).

Aún así, y debido a esta habilidad sobrevenida del fútbol años atrás (debo llevar como unos 50 esguinces por tobillo), paré pocos segundos y volví a engancharme a ella, ya que llevábamos un ritmo prudente pero muy cómodo y agradecido por ir juntos.
Casi sin darnos cuenta, llegamos a Mas Gelats, tras un descenso por esa roca tan característica de la Vall, la cual hace que muchos corredores pierdan el oremus, y desgasten innecesariamente energías que mas tarde, les hará mucha falta tener.

En este punto, el avituallamiento es clave, ya que viene un tramo ascendente que empieza a poner a muchos en su sitio.
Cargo del bidón de Tailwind, y emprendo un ritmo si cabe sostenido, pero ascendente hacia meta.
Se trata de la subida al Collet. En este ascenso, dejo atrás a Mireia, y comienzo a dar caza a varios corredores que empiezan a pagar cierto esfuerzo sobre medido de los primeros 15 km’s.

Es una subida bastante empinada, de las que me gustan, de las que te suben las pulsaciones y te hacen andar a ritmo, pensando bien dónde poner la siguiente «zancada», bebiendo de forma regular (no podemos permitir que una deshidratación nos fastidie ahora)…
A buen ritmo, llego al Collet, y empieza una de las partes que mas me gusta de esta prueba. La larga y preciosa bajada hacia la Riera de Canet. Son 8 km’s de trazado enfangado, que mezcla una pista inicial, con un corriol ETERNO y con tramos de piedra, que hace que demos caza a muuuuchos corredores de la Maratón.

En este descenso, hay dos corredores que me atrapan (se han lanzado como locos riera abajo), y junto a ellos llegamos al avituallamiento del km25.
Nada más llegar, última carga de Tailwind y último ascenso, que no el menos fácil por todo lo que traemos.
Uno de estos dos corredores, se sienta (aparentemente fundido)… el otro se queda comiendo algo, y yo, pues decido tirar ya que es aquí donde algun que otro año pagué las consecuencias del cansancio o mala gestión de ingesta.

Tras un ascenso nada fácil a Velers, doy caza a 2 corredores más, y llego arriba con la sensación de haberlo hecho fantásticamente bien. Comienza el técnico «downhill» hacia Canet: Bosque, corriol estrecho y empedrado, y pista amplia para terminar los últimos 2km’s a ritmo, y entrar de esta manera en meta con un crono de 3 horas y 16 minutos, en 11ª posición.

 

T R A I L M O N T S E R R A T S K Y R A C E

Segunda prueba del circuito Klassmark, y no podría ser en un lugar mejor que éste. The MAGIC MOUNTAIN, Montserrat.

Esta prueba es especial. Un lugar que solemos frecuentar con entrenos semanales, y que ofrece un circuito espectacular, subiendo por la mítica ‘Canal de Sant Jeroni’. Ante nosotros, 25km’s y 1.500 metros de desnivel positivo de locura y frenesí,,, «ti ri ti ri ti ríiii» 🙂

Es temprano, calentamos, hace fresquito ,,, La salida, desde el polideportivo de Monistrol, es cuesta abajo, el primer km transcurre por el medio del pueblo (un pueblo de montaña, un pueblo pequeño, de calles estrechas … los que dan «caliu»).

He de decir que la primera parte de la prueba, no es de mi agrado. Nos adentramos por la pista serpenteante hasta El Piteu, y no es ni mucho menos de las partes mas bonitas de esta montaña, siendo quizá mas bonito salir hacia «la drecera» que te lleva al monestir, Funicular de Sant Joan, etc…
Desde el Piteu, sigues subiendo hasta El Aeri, donde tienes un primer avituallamiento. Tras los primeros casi 10 km’s, llegas a Santa Cecília, donde bajo mi punto de vista, empieza realmente la prueba, por belleza, y por dureza.

‘Comienza la Canal de Sant Jeroni’

La canal de Sant Jeroni, es un pequeño PR o GR no apto para «tiquismiquis» de las pendientes pronunciadas y el «grimpar» entre rocas enormes.
Es un ascenso verginoso con pendientes superiores al 42%, lo cuál hace que tires de alguna que otra cuerda, o te ayudas al máximo de tus brazos y cuádriceps para subir dignamente.

Aproximadamente son unos 2 km’s de ascenso lento y exigente, que para mas inri, te dejan a los pies de las míticas «escaleras de Sant Jeroni».
En este tramo, ves a muchos amantes del descenso, sufrir como perros. Ves a muchos corredores desconocedores de esta montaña, alucinar con lo salvaje que puede llegar a ser esta prueba. Ves a varios buenos asfalteros, haciendo «pausas» para coger aliento.

Hace 2 años, que fue la última vez que disputé esta carrera, había nevado dias antes y aún se acumulaban restos de nieve y barro, lo cuál hacía si cabe mas compleja su ascensión.

 

Son 814 peldaños, y 1.237 metros de altitud, los que te hacen tocar el cielo en la montaña mágica. Una vez arriba, un joven voluntario te entrega la pulsera amarilla de MontserratSkyRace, y comienza el descenso hacia meta, que se antoja una locura de velocidad y tecnicismo en cada zancada.

Bajando por los mismos peldaños, pero yendo a buscar el camí de l’arrel, empiezas a ver que nivel de desgaste tienes en las patas.
Es un descenso total de mas de 1.000 metros negativos y casi 11 km’s, previo paso de nuevo por la ermita de Santa Cecília.

La bajada no es lo mío, pero ésta la conozco bien, y la disfruto. No sé cuantas veces habré subido a Sant Jeroni, mas de 60 veces seguro, y por distintos lados, con diferentes condiciones. Bajar desde allí arriba, es bajar con la sensación de haber subido más alto de lo que en realidad es.

Un año, bajando desde aquí, nos ‘colamos’ en un cruce y no vimos una cinta. Hicimos «de regalo» entre el ir y el volver casi km y medio .. Un desastre.

En otra ocasión, mientras entrenaba, comenzó a atardecer, y en mitad del camino me encontré un gran grupo de «isards» en plena época de reclamo. Fue increíble ver en directo como dos machos peleaban por la hembra, a golpe de cornamenta (es una frase que también podría emplearse en otro tipo de «machitos», pero bueno…) En fin … -_- XD XD …

Como digo, es una bajada larga y técnica con algún «tobogan» ascendente como en la Serra de les Lluernes, y algun paso precioso por algun pequeño refugio antiguo o restos que, en otra época, lucieron como restaurante en plena montaña.

¡ ESTA MONTAÑA TIENE DE TODO !

 

La llegada a Santa Cecília la hago en solitario, y no recargo ni el bidón, ya que aun tengo algo del anterior avituallamiento.

La parte final, es un tramo de pista zigzaguente, con piedras sueltas, pero abierto hacia Monistrol, ¡ La meta !.
Una vez llegas a los últimos 2 km’s, vuelve a complicarse el descenso con un corriol empinado y «descalante», pero que no te hace otra cosa que sumar las ganas de apretar, ya que el sonido del altavoz, la música y el ambiente está muy presente.

La verdad es que las piernas no han acompañado en exceso, tal y como pretendíamos en un inicio, sobretodo subiendo (mi fuerte). Por contra, puedo decir que la bajada fue algo más cómoda de lo que se me antojaba, por lo que «la gallina que entra, por la que sale».
El resultado es bueno, ya que en 1 mes exacto, he realizado 3 pruebas (desde el 11 de Enero en la mítica CincCims de Corbera), pasando por la redactada Rocacorba, hasta llegar aquí, la Montserrat SkyRace. Pruebas de media distancia, con km’s y desnivel muy parecido.

Finalmente, entro en meta con un tiempo de 2 horas y 32 minutos, y una 15ª posición, entre un elenco de artistas tales como Gerard Morales «Blacky» (3º), Samuel Dávila (1º), Iban Letamendi (2º), u otros clásicos como Marc Marmol, Oriol Prat, e incluso mi amigo Guillem Aubach, que hace un meritorio 9º puesto, (el tio con esto del skimo, está mas fuerte que el vinagre en este 2019).

 

T R A I L C O S T A B R A V A

Tercera prueba del POKER KLASSMARK. En esta ocasión, nos vamos al mar, concretamente, a la fantástica Costa Brava para descubrir esta novedad 2019 del calendario de pruebas de Trail de nuestros amigos «Gironinuuuus». (novedad para mi quiero decir. Segunda edición, tras el estreno en 2018).

Calor, muuuucho calor ya en la salida … ¡Cambio de indumentaria! 🙂

La Trail Costa Brava, engaña y mucho. Mucha gente piensa que va a realizar una travesía por calas, playa y senderos junto al mar, y nada más lejos de la realidad, ya que es una prueba corta de 22km’s con 800 metros de desnivel positivo, pero a su vez, una rompe piernas de sube y baja, con una parte final muy exigente.

El primer tramo, con salida en Palamòs es por la Riera de l’Aubi.

Zona fea, inóspita, pero necesaria para introducirte en el parque natural.
Tras el Castell, llegas en alto a Puig de Terme. Es el interior del recorrido: corriols, pequeñas rampas por pista, y velocidad, mucha velocidad (aunque algo medida, ya que como nos habían anunciado, la parte final era dura, y con el calor que hacía, aún mas si cabe).

En esta parte del recorrido, muchos ‘runners’ se aventuran a lanzarse y me avanzan sin mucho problema, sobretodo en los tramos de descenso rápido y vertiginoso. En los que sube, los vuelvo a atrapar, por lo que parece un juego de Tom & Jerry entre todos nosotros. (Los 10 primeros van a otra cosa mas adelante. Algunos, irían cayendo después).

Llegamos a la mitad (aproximadamente) del recorrido. La Platja d’en Golfet. Comienza «el regreso» a Palamós, por la costa, en un sube y baja constante a diversas calas.
En este punto, cargo el último bidón, y como suelo hacer en estas pruebas de media distancia, comienza mi estrategia.
Subo el ritmo, y me siento cómodo. Hace calor, pero no tengo sensación de agobio ni de deshidratación en ningún momento, ¡mola!. (Tailwind es BESTIAL).

Sube, baja, sube baja ,,, Puig de Llobatons, Platja del Crit, Puig Gener … Espectacular el día en el que nos encontramos, y el cuadro en el que estamos enmarcados. LA COSTA BRAVA es muy brava, y se antojan km’s de diversión, si es que has sabido regular bien.

Playa a playa, y paso en alto por diferentes urbanizaciones, voy atrapando aquellos corredores que a principio del día se lanzaron hacia una fortuna esquiva ….
Viene un trazado ESPECTACULAR. El camino de Ronda.
Esta ruta la he hecho varias veces (en tramos) de forma turística, de visita con amigos, con mi pareja, pero nunca compitiendo … Es excepcional ver como cambian los prismas de un trazado, cuando cambia el chip de «dominguero» a corredor.

El cami de Ronda, es un recorrido que sigue la antigua ruta que bordea el litoral de la Costa Brava.
La mayor parte del recorrido, transcurre por corriols estrechos, de continuos sube-baja.
Tiene dos variables para poderlo disfrutar. Una rutea lineal de 43 km de Sant Feliu de Guixols a Begur, o una ruta circular que abarca parte del interior, y que suma unos 140 km’s.

En este impás, me acontece una de las anécdotas de la jornada. Entre el excelente marcaje Klassmark, siempre puede pasar que alguien obvie un cruce o paso, y eso genera alguna duda. Así fue, y en una entrada que dividía el camino del paso a una finca particular, me colé por donde no era sin querer, y vi como aparecía en mitad de una barbacoa de amigos, algo contentos y espitosos gracias a una acumulación de zumo de cebada,, (probablemente) .. La sorpresa vino, cuando entre ambos me cogieron y mantearon para ‘animarme’ según ellos, e indicarme de nuevo el camino en ruta (increíble,,, nunca me había pasado algo así, jajaja. Nunca sabes que puedes vivir en una carrera por montaña).

* Algún día explicaré mi aventura entrenando por Ibiza, en el Trail de la costa oeste. Surrealista es poco .. *

Pues bien, llegados al último punto en alto, en el km19, doy caza a dos corredores que van juntos, e iniciamos el descenso a Palamós callejeando incluso (esto me fascinó), por pasillos de edificios y casas junto al mar. ¡ Divertidísimo !.

La parte final, es una calle de bajada por la ciudad hasta meta. La lectura de la carrera, me da una 8ª posición y tiempo final de 2 horas y 3 minutos.

 

T R A I L C A P D E C R E U S

Última prueba en el PÓKER KLASSMARK, en esta ocasión, distancia Maratón.

La Maratón del Trail Cap de Creus, es una de las maratones mas bonitas de Cataluña. No sólo tiene trazados de altura pegados a la costa, sino que mezcla vegetación, con caminos empedrados y salvajes, playas idílicas, y exige a cada corredor estar muy pendiente de dónde apretar y donde no, para no sufrir en el trazado final de Cadaqués a meta.

La primera salida, era la que correspondía a la distancia Trail, la cuál coincidía con las Golden Trail Series de Salomon.
En esta distancia, la mayoría de los gallos con el corral abierto, se disponían a hacer 23 km’s y 1.200 metros positivos.
Nosotros, en la distancia Maratón, 44 km’s y 2.300 metros positivos (nada mal para ser terreno costero).

La salida entre una y otra, con media hora de diferencia (8 a.m. y 8:30 a.m) daba el pistoletazo a mi última prueba de prepación en el circuito Klassmark particular, que me había montado desde principios de año.
Como era de esperar, salida rápida para marcar ritmo y aventajarse en posiciones que evitasen colapsos subiendo a Sant Salvador de Saverdera, el punto mas alto de la prueba, a 682 metros de altura (que teniendo en cuenta que salíamos del nivel del mar)…

 

Como era de esperar y con el estado de forma que atesora (el muy …) Blacky tira del grupo, muy seguido de los Xavi Llamas, Samuel Dávila, Oriol Prat o Raul Rota. Y nada más empezar, un contratiempo importante ….
De antemano, decidí llevarme el cinturón de Sport HG (es ancho y cómodo) y no llevar mochila. En él me cabe el paravientos, movil y bidón (junto con las bolsitas de Tailwind). Justo en línea de meta, me doy cuenta de que el bidón ¡ ESTÁ PINCHADO ! ,,, ¡¡»No me ****»!! ..

Dudo de si quiera salir .. 44 km’s sin bidón de líquido, «on taaaa vasss Nanet» ,,, Pero le pregunto al Speaker, y me señala un palet de botellines de agua, por lo que sin nada mejor en mano, decido coger una botellita de 33cl -_-.
Vuelco en ella la primera dosis de Tailwind, y nada, «parriba».

En cuestión de 1h aprox llegamos al punto en alto de avituallamiento, y de momento voy bien con «mi bidón improvisado».

Cresteamos la preciosa aresta de esta parte alta (zona técnica en la que se exige ir en fila de uno). Somos 3 corredores los que llegamos juntos a este punto y la preciosidad del lugar, hace que valga la pena esta primera gran ascensión.
‘El Castell’, que se erige en el punto más alto, recuerda en su paso interior a la cueva de Sant Adrian, de la mítica Zegama-Aizkorri… (momentos…)

La primera bajada hacia Port de la Selva, es un descenso de casi 700 metros negativos de gran desgaste para las piernas, y todo justo con solo 10 km’s realizados.
Esta historia me suena .. En la bajada guardo, algunos corredores me pasan fácilmente, en un enloquecido recorrido de piedras que transcurren des de Sant Pere de Rodes, a Selva de Mar y finalmente entrando al bonito pueblo de Port de la Selva, en el que se encuentra el segundo avituallamiento (km 14,5). ¡Bien!, de momento hemos salvado dos avituallamientos sin problemas con nuestro «bidoncín».
Algun corredor, aparece retirado en este punto. En mi caso, las sensaciones son buenísimas, por lo que cargo «el botellín de 33cl» con producto y nos enrutamos hacia la siguiente gran ascensión, desde la cala solitaria de Port de la Selva, con destino Cadaqués.

Este trazado es bastante engañoso. Son 13 km’s hasta Cadaqués sin ningún avituallamiento, subiendo hasta un «pasto verde» en Puig Bufadors, que recuerda al pirineo del Cadí (sorprendentemente, son 500 metros sobre el nivel del mar, frente a los 2.000 prácticamente del PrePirineo catalán, pero el terreno húmedo hace vestir la zona de un verde precioso).

Entre toboganes en esta parte «alta», utilizo por primera vez los manguitos, puesto que sopla un viento de norte bastante fuerte y algo frio. Con el sudor que traigo, no me apetece pasar un mal rato.
Llego al tramo cronometrado descendente a Cadaqués, tras atrapar a 3 corredores durante el pisteo anterior. Uno de ellos, parece tocado muscular o del estómago, pero no hundido, ya que según la inclinación cambió hacia el negativo, se lanzó gastando el ‘bonustrack’ que no había gastado aún … (increíble).

Llegamos a Cadaqués (km 27), punto clave de la prueba, y no, no me ha hecho falta más agua y producto que el que llevaba encima, voy bien. ¿A quién me encuentro?. Al insensato que se tiró como un loco colina abajo, tumbado y derrotado. ¡Bravo!.

En este punto, como algo de fuet y tortilla (no por tener mucha hambre, mas bien por gula absurda de ver la pinta que tiene todo).
Relleno el botellín con mi Tailwind bendito, y encaramamos el tramo decisivo de la maratón:

El último gran ascenso, a Puig de Sa Cruilla.

Entre Cadaqués y este punto, bastantes corredores retirados al final de la jornada.
Mucho ‘postugramer’ que se aventuró creyendo que era una maratón de vermouth con aceitunas por la costa del Cap de Creus, sumado a los que se excedieron en las dos grandes bajadas empedradas y algún que otro lesionado.

Nada más abandonar Cadaqués te das cuenta de que empieza la carrera de verdad. Te quedan unos 16 km’s a meta, y unos casi 700 metros de desnivel positivo que vamos a tener que afrontar entre dos repechones importantes y una zona de toboganes pegada a la costa.
Justo al empezar esta primera pequeña gran chincheta, doy caza a un corredor que estaba bastante avanzado al principio de la jornada. Vamos comentando como va la cosa, y entre risas debatimos lo poco que aciertan las previsiones meteorológicas en este territorio nuestro .. Se avecinaba alguna pequeña tormenta a media mañana, según anunciaban dias previos, y lo que recibíamos era un viento de norte con un sol engañoso que te iba oxidando si no estabas atento al biberón.
Al poco rato quedó atrás y me fui yendo entremezclado entre síntomas de cansancio y satisfacción por hacer el «menos a mas» de costumbre.

A todo esto, llego a cala Jóncols.

«¡Vaya, llega la zona de playeo, que divertido!» (pienso para mi): zonas arenosas y empedradas y un sendero enganchado al mar, que nos conducirá a la famosa Cala Montjoi, mítico espacio donde durante muchos años (desde 1962 y hasta 2011) se afincó el famoso restaurante Bulli, de Ferran Adrià.
En este punto, tenemos el último avituallamiento, previo a encarar la última ascensión al Pla de les Gates.

La subida al Pla de les Gates es una subida que se antoja pesada, no sólo por lo que traes en las piernas, si no porque es bastante abierta a posibles jornadas de sol incesante, y a través de un sendero no muy inclinado, pero si rompedor y continuado, vas viendo (si es el caso) a otros corredores encaramando la parte alta, por lo que el golpe psicológico de ver lo que te queda, te cae como una losa encima.
Por otro lado, si vas algo mas fresco y ves algún rival a una distancia prudente de alcanzar, puedes jugar tu último cartucho.

En mi caso, en esta subida pude alcanzar a dos compañeros de este maravilloso mundo llamado TRAIL, y colocarme en la 15ª posición, y pese a ver a dos corredores más, unos metros mas arriba, me fue imposible alcanzarlos antes de encumbrar este último paso en alto.
El viento además, no ayudaba, pues empujaba de frente frenándote un poco si cabe.

La bajada final, hacia Roses, decidimos no arriesgar (tampoco teníamos ya el chasis para mucho traqueteo) y entre piedras y giros, llegamos a la riera final para entrar en meta en 15ª posición con un crono final de 4 horas y 55 minutos.

 

Nano López
Activador Emocional
Formador de Habilidades Sociales
y Deportista de Carreras por Montaña

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