❌ MARATÓ TRAIL CAP DE CREUS ❌
Nueva edición del Trail Cap de Creus, en la árida y salvaje costa catalana de Girona.
Con la idea de preparar el Ultra de Sanabria, volvimos un año mas para disfrutar y sufrir por igual de esta magnífica prueba de la marca Klassmark empresa «gironina» destinada a la organización de eventos deportivos de Trail, MTBike’s.
Este año, no hicimos noche y decidí acudir a la cita ‘dándome un señor madrugón’, ya que la salida siendo a las 8, me hacía salir de casa a las 5:30 para estar con el tiempo suficiente para recoger dorsal, etc …
La idea, era poder realizar una ‘pequeña prueba’ de cara a ver como estábamos a nivel físico en una maratón y saber como podríamos afrontar la ULSA semanas después, y el resultado no pudo ser mas «FAIL» … XD XD …
Sobrecalentamiento del motor …. -_-
Con salida y llegada en Roses, población gerundense ubicada en la franja sur del «Cap de Creus», nos presentábamos con la idea de completar el recorrido de 44km y 2100m+ en 4h 30. La cabeza lo pretendía, pero el cuerpo no nos iba a acompañar como habríamos deseado.
La salida (para variar) no escondería nada ni a nadie, y la velocidad se hizo patente nada más salir, ya que a pocos km’s del pistoletazo, se nos antojaba un estrecho ‘corriol’ que podría provocar tapones, por lo que decidimos aceptar el reto y salir valientes (o imprudentes).
Los primeros 5 km’s, muy correderos, entre pista y senderos, son claramente definitorios de las ideas que cada uno de los que estamos ahí, queremos llevar con nosotros durante este magnífico desafío por este «saliente» barrido por la Tramuntana.
Es aquí, en el km 5 cuando la prueba se «pone de pie» y presenta la subida más larga y seguramente, mas destructiva (por el descenso que conlleva a posteriori) para las piernas de los corredores.
Es el ascenso técnico a Sant Salvador Saverdera, unos casi 500+ que en su tramo final, se encarenan a través de una cresta espectacular, que ofrece vistas a los 4 vientos.
Me siento bien, cómodo … Cojo un ritmo «tran tran» de ascenso que me gusta y decido con otro compañero, ir avanzando a algunos corredores más prudentes que nosotros…
La cresta no es excesivamente complicada, pero sí hay que ir al tanto de no tropezar, si no quieres terminar la carrera antes de tiempo. El clima, es favorable pero se avecina un calor sofocante de media mañana, el cuál va a hacer estragos (al menos a mi) …
Llegamos arriba y cruzamos el castell de Verdera en 1 hora, (rápidos, vamos muy rápidos) ,,,
Nos damos cuenta, que quizá, hablando y riendo, hemos precipitado el turbo entre rocas y salientes para llegar a este emblemático lugar, que arroja unas vistas hacia Sant Pere de Rodes / Port de la Selva, realmente espectaculares.
El descenso desde el punto mas alto de la prueba, es una trampa. Llegas fresco, con sólo 1 hora de carrera en las piernas, apenas has «zancado» todavía en tramos llanos, por lo que una bajada (pelín técnica) te propone y vacila, para que te lances a la Selva de Mar y Port de la Selva (avituallamiento) en unos rápidos 30 minutos.
Es aquí, dónde comienza a lidiarse una batalla entre el querer y el deber.
Quieres seguir el ritmo que traes, deseas mantener estos tiempos porque estás en MMP y posibilidades de estar delante …. pero debes frenar, porque se avecinan 15 km’s de «sube bajas» que te conducirán a otro llamativo descenso desde Puig Bufadors a Cadaqués.
El 40% de corredores que se retiran, lo hacen aquí, pagando una factura bien alta por los excesos adquiridos en los 29 km’s anteriores … y este, iba a ser mi caso …
Ya cuando salí del avituallamiento de Port de la Selva, noté que el calor y el ritmo, no era el que tocaba para la carga que traía del verano … Insuficiente!.
Subiendo y «toboganeando» Sant Baldiri de Travellera, el cabeceo que realizaba no era el de encontrarme fresco, mas bien todo lo contrario y ya en el km20, pude dar cuenta de ello cuando en un «semi avituallamiento» de líquido, me bebí 3 bidones de agua … Me había deshidratado y no me había ni enterado …
El flato, se hizo patente, y mientras subía, aún podía disimularlo, pero el descenso desde PuigBufadors hasta Cadaqués, fue un suplicio …
Perdí 4 posiciones, y empezaba a sumar minutos, mientras me planteaba lo que restaba de carrera …
«¡Si viene lo peor, hay que hacer todas las playas, y Pla de les Gates!»
Llegué a Cadaqués resoplando y con ciertos mareos. Cargué Tailwind, comí algo de fruta e intenté comer algo de sólido, pero el estómago ya estaba cerrado. Me tomé un respiro (un par de minutos), y decidí iniciar el ascenso hacia Puig de Sa Cruilla, lentamente, tranquilo … a ver si así recuperaba el aliento y podía rehacerme, pero … no hubo manera.
Un par de km’s más arriba, tuve que sentarme. Las pulsaciones estaban altas, y el mareo no desaparecía. Cojo el teléfono y marco «llamar» …:
– «Cariño, hola …»
– ¡Hola!, ¿qué pasaaaa?
– Pues pasa el tiempo … y mira, aquí estoy sentado ,,, mira qué vistas tengo XD:
– «¿Como????… ¿Pero estás bien?
– «Bueno,, planteándome si seguir o plegar …
En estas, aparece un amigo. Pep Molas, ‘gironí’ y gran conocedor del terreno, el cuál me anima para que siga con él, a ver si así, puedo reponerme, entre distracciones y un poco de «cháchara» … Lo intento de nuevo ,,, Avanzo otros 500 metros, pero … no,,, no hay manera, decido abandonar …
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A veces, hay que saber dónde está el límite. Hay quien no quiere aceptarlo y se evoca absurdamente a un objetivo que no tiene sentido. A veces ese precio, es demasiado elevado, ya sea en forma de lesiones, en forma de «susto» mayúsculo o sencillamente, en abandonar «más adelante» dónde además, el salir o volver, es complicado.
Yo quise poner un objetivo demasiado alto para la realidad con la que venía este día. Mi realidad, se encontraba en un ritmo 2 puntos inferior, pero me equivoqué y decidí lanzarme, aceptando un desafío que no tenía lógica física, ¿y qué pasa por equivocarme? Pues No PASA NADA.
Son aprendizajes con los que uno tiene que saber mejorar en este deporte de resistencia y sin duda, hay que saber cuando decir basta 🙂
Decidí dar media vuelta, y descender los 2 km’s que había ‘escalado’, para volver de nuevo a Cadaqués,,, ¡No sabéis que cara de felicidad llevaba, al saber que había terminado este mal rato,,, qué pasada, como es la cabeza!.
Mirando lo positivo, me había salido un gran entreno de cara al Ultra Sanabria.
31 km’s, 1.750+ y acabar sin lesionarme ni consecuencias mayores que una deshidratación y agotamiento.
Nano López
Activador Emocional
Formador de Habilidades Sociales
y Deportista de Carreras por Montaña