Una de las técnicas más curiosas y a la vez espectaculares, a la hora de abordar nuestros objetivos personales y profesionales, así como para la gestión de nuestras capacidades de habilidad social y emocional, es la de los estados de ASOCIACIÓN y DISOCIACIÓN.

Son técnicas de enfoque o proyección mental, que nos otorgan unas sólidas bases subconscientes, para conseguir equilibrar aquellos impactos que recibimos en nuestro día a día, ya sean positivos o negativos o para afrontar una situación que inicialmente nos desborda.

Cuando recordáis algo ¿lo hacéis con todo tipo de detalle o quizá, existen pequeños vacíos que os cuesta rellenar?. Un recuerdo, tiene dos posibles tipos de proyección a la hora de revivirlo:

  1. Como si tuviéramos una ‘GoPro’ enganchada en la frente, la cuál graba en función “1ª persona” como si de un videojuego de estrategia se tratara.
  2. Como si fuéramos un espectador más, de nuestro propio recuerdo. Es decir, como si recordásemos alguna vivencia o situación personal, proyectada en una película, donde tú te encuentras sentado en una sala VIENDOTE A TI MISMO.

La primera situación, es la que se conoce como ASOCIACIÓN DE RECUERDOS. La segunda, es el modo DISOCIACIÓN.

¿Qué pretendemos con esto?

Lo que buscamos es Asociarnos a aquellos recuerdos, situaciones o momentos que nos apetezca revivir o proyectar de forma positiva o beneficiosa, y Disociarnos de los que nos producen algún tipo de malestar o desequilibrio.

Para ello, os invito a que veamos el video de referencia en la sección VIDEOS, y aprendamos a manejar ambas situaciones de proyección, en función del objetivo.

 

Nano López
Activador Emocional
Formador de Habilidades Sociales
y Deportista de Carreras por Montaña

6 comentarios

  1. Quiero desprenderme del miedo a no poder algo, de la inseguridad, no sé cómo empezar, que me dirías?

    1. Buenas Mary Gisela,
      Los miedos, son creencias mentales ‘sobre algo’ (pueden llegar a causar fobias incluso). La manera de superar un miedo, es afrontarlo,,, ni más ni menos (a veces, pidiendo ayuda a un especialista y otras, con la compañía de alguien de confianza). Nos daremos cuenta, que ese «miedo» era una creencia que llamamos Crencias Limitantes (nos limitan en el día a día).

      Un saludo.

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