El valor: Precio, importancia o magnitud de objetos, situaciones o personas.
¿Qué valor le das a «las pequeñas cosas»?.
Todos tenemos a nuestro alrededor, un sin fin de personas, situaciones, cosas o circunstancias, que configuran nuestra agraciada vida.
Solemos normalizar todo aquello que repetimos a diario, como el despertar entre limpias sábanas, como la ducha matutina con jabón y agua caliente, como el desayunar, almorzar, comer o cenar, como la cerveza o el café con nuestros amigos, como la práctica de esa afición o hobby que tanto nos gusta … y así podríamos seguir durante un buen rato.
Cuando repetimos algo durante unas cuantas veces, lo convertimos en rutina, transformándolo inconscientemente en algo «normal o común».
De esta manera, cuando te compras un coche nuevo, tus ojos brillan como los de Candy Candy, pero transcurridos unos meses ,,,
De la misma forma ocurre cuando conoces a alguien y vives unos primeros meses de pasión ilimitada. Aunque nos cueste asumirlo, esa pasión es imposible de mantener, ya que la novedad tiene fecha de caducidad.
Cuando éramos jóvenes, quizá ansiábamos con independizarnos al irnos a la universidad o poder compartir paredes con nuestr@ mejor amig@, dándonos igual el tamaño del piso o apartamento. Una vez nos graduamos, buscamos un piso más grande y acorde a nuestra posibilidades. Con el paso de los años, buscamos y ansiamos una casa con jardín, piscina y 4 dormitorios con baño ….
La cuestión es que perdemos el valor de las pequeñas cosas, y no nos damos cuenta generalmente de todo ello, hasta que las perdemos o las dejamos de disfrutar.
La felicidad tiene una vara medir muy ambigua, y según para quién, esa medida se centra en logros (a veces materiales, a veces profesionales) y otras veces, se ciñe a momentos que te generan un bienestar incalculable.
Un día, corriendo con una buena amiga, mientras tomábamos un pequeño refresco, espetó de repente:
«Es que … Nano, a veces la vida es compleja, a veces la complicamos nosotros mismos, y la vida ha de ser sencilla ,,,, la felicidad está en el pequeño valor de las cosas … aquí, ahora mismo, en este lugar en el que estamos sentados, con este silencio y envueltos por esta naturaleza, con este aire fresco … esto, ESTO MISMO, es la felicidad Nano….»
En situaciones de desgana, de falta de motivación, de sensaciones de «yo no puedo» o «no soy capaz», tenemos que hacer acopio del valor de las pequeñas cosas. Son todas esas cosas, que seguro tienes y de buena fe, te dan valor.
Un ejercicio mental que funciona muy bien, es el que os propongo a continuación, el cuál fue desarrollado tras una investigación del profesor y Neurólogo Michael Gazzaniga, quien explicaba que dentro de nuestro cerebro conviven «varios Yo’s» los cuáles no siempre se ‘entienden’ ni caminan en la misma dirección.
De esta forma y a través de una ley no escrita en nuestro cerebro, terminamos haciendo lo que el «yo más fuerte» decide, quedándose con el mando y control sobre todos los demás pensamientos.
Al final del día, es interesante sentarse, respirar profundamente y pensar en al menos 5 cosas buenas que te hayan pasado durante la jornada, apuntándolas en una hoja de papel.
Este ejercicio, deberás repetirlo durante 28 días seguidos.
La clave está en intentar «no apuntar de forma repetitiva» las cosas buenas que te pasan para que, de alguna manera, obligues a tu cerebro a pensar en qué cosas buenas y distintas han ocurrido o has descubierto durante el nuevo día.
Con este sencillo ejercicio te vas a dormir, y haces que por la mañana tu cerebro comience el día dispuesto a buscar las cosas buenas y nuevas que le han de ocurrir hoy, generando un proceso maravilloso llamado neurogénesis.
La neurogénesis ‘fabrica’ nuevas neuronas, las cuáles ya están entrenadas con esa capacidad de buscar las cosas buenas que te han de ocurrir, dando lugar a un fantástico acontecimiento: Te esfuerzas por buscar o hacer cosas nuevas, que quizá no harías en otras circunstancias, con tal de cumplir con el cometido de hoy.
La magia llega cuando han pasado unos cuantos días, y el esfuerzo hace que valores las pequeñas cosas, las insignificantes, las cuáles no eras capaz de ver, inmerso en tu rutina diaria, esperando que cosas «más importantes» o grandes, lleguen a tu vida.
Vivo en un bajo de 40 m2, el cuál pongo «de punta en blanco» en poco más de 2 horas, no molesto a los vecinos de abajo nunca, nadie puede quedarse a dormir ya que sólo tengo una habitación, nunca me «da palo» levantarme para ir a la cocina a buscar chocolate y además, los metros que le falta a la vivienda, los tiene un soleado jardín.
Puedes citar 5 cosas de forma individual, o hacer lo que acabo hacer yo, construyendo tu «FiveThingsStory» (ahora que está de moda este absurdo de «americanizar» los conceptos…), para ‘darle acción’ a las cosas buenas que has descubierto hoy.
Es fácil encontrar tus FiveThingsStories, cuando lo llevas haciendo bastante tiempo, es cuestión de perseverancia, creer en ello y mostrar como siempre decimos, una buena Actitud.
Ánimo, pruébalo, y verás como te cambia la perspectiva y la forma de ver tu día a día.
Nano López
Activador Emocional
Formador de Habilidades Sociales
y Deportista de Carreras por Montaña